Todos los días sin excepción, llevamos a cabo un montón de acciones que nos parecen inofensivas, sin sospechar del peligro que implican. ¿No nos crees? Entonces te conviene echarle un vistazo a la lista de las diez que te mostramos a continuación:
1.- Cruzar las piernas. Este inocente movimiento altera la presión de la sangre, pudiendo ocasionar mareos y malestares cuando es demasiado prolongado.
2.- Hacerse perforaciones. Incluso las más habituales que se hacen en la oreja, son un potencial peligro de infecciones y alergias.
3.- Usar pantalones ajustados. Los skinny jeans hace mucho que están de moda pero cuidado, porque los más apretados pueden impedir la circulación de la sangre y estimular la aparición de las temidas várices.
4.- Anudar las corbatas muy apretadas. Los nudos muy tensos pueden interferir con la irrigación sanguínea hacia el cerebro.
5.- No dormir lo suficiente. Además de estropear la capacidad de memoria y concentración, también acelera el proceso de envejecimiento.
6.- Emplear bolsos de gran tamaño. Sabemos que son muy glamorosos, pero a menos que se carguen al estilo bandolero o se intercalen los hombros para llevarlos, afectan al cuello y a la espalda.
7.- Estornudar. Los estornudos son movimientos que ocasionan presión acumulada, lo cual puede atrofiar tus músculos y huesos. Si son demasiado fuertes, incluso podrían reventar un tímpano.
8.- Caminar con tacones altos. Nadie niega que son bonitos pero también atrofian los músculos de los pies y generan problemas como juanetes.
9.- Ponerse sandalias. Este tipo de calzado tensa los tendones en los pies y suele originar callosidades en las plantas.
10.- Usar ropa interior muy pequeña y ajustada. Como lo son las tangas, ya que rozan demasiado los genitales y originan irritación; hasta pueden provocar hemorroides. En verano con el sudor, también acumulan humedad que es propicia para hongos.