10 cosas que son especialidad de las madres mexicanas

Admítanoslo, no hay nadie como las madres en México que tan bien conocen a sus hijos.

Puede que nos hayan pegado con la chancla un par de veces u obligado a ponernos suéter en un día primaveral, solo para que a ellas no les diera frío.

Sin embargo, en otras cosas han sido y siempre serán las mejores, como las que ves a continuación:

1.- Su exactitud meteorológica. No importa que este el sol a todo lo que da. Si ellas dicen que lloverá, seguro se suelta el aguacero y si dicen que hará frío, también. Así que olvídate de las apps meteorológicas y llévate el maldito suéter o paraguas.

2.- Aliviarte con todo tipo de remedios caseros. ¿Para que ir a la farmacia si ellas saben que hierba es mejor para cada dolencia? Infusiones hechas en casa, sopas, ungüentos y diversas preparaciones, han sido siempre su fuerte para curar desde una gripe hasta ronchas.

3.- Curarte la cruda como nadie. Y para los más grandecitos a los que les gusta irse a parrandear por ahí, nada como los sabrosos chilaquiles o huevitos en salsa o verde roja que les preparan sus progenitoras… después de gritarles como se debe por andar de briagos.

4.- Darse cuenta de cuando dices mentiras. No vale de nada intentar burlar a una mamá mexicana. Puedes hacerlo con tu padre, tus hermanos o amigos, pero cuando la mires a los ojos e intentes hablar, sabrás que tu teatrito llegó hasta ahí.

5.- Hallar objetos perdidos. “¿Y si voy y lo encuentro, qué te hago?”, es la frase lapidaria con la que más de una nos amenazó, antes de rescatar esas pertenencias que creíamos que nunca más íbamos a ver, de las profundidades de nuestras mochilas o el desastre que teníamos en el cajón.

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6.- Persuadirte con su sapiencia en leyendas urbanas. Desde el señor del costal hasta la Llorona, nuestras mamás bien podrían escribir su propia antología con todos esos siniestros personajes, a los que usaban sin consideración para mandarnos a dormir o lograr que nos portáramos bien.

7.- Hacer sopita aguada. De fideos, estrellas, coditos o la figura de tu elección. Ese saborcito del caldo en tan conocido manjar, ha sido perfeccionado por cada una de ellas, a su manera.

8.- Armar los mejores disfraces. Ningún personaje es demasiado para una madre armada con papel crepé, pompones, resistol y diversos materiales de papelería a la hora de caracterizar a su retoño. Desde próceres como Miguel Hidalgo hasta sujetos más populares como Batman, ¡nada se les escapa!

9.- Decirte de diversas maneras conforme a su humor. Eres su m’hijito cuando está de buenas y su m’hijo cuando las cosas andan tranquilas. Pero si te llama Miguel, es que algo hiciste y lo sospecha. Si te dice Miguel Alonso, es que ya lo descubrió. Y si te llama con un “¡Miguel Alonso González!”, es que ya te cargó el payaso, definitivamente.

10.- Y en fin… tener la razón en todo. Lo que mejor les sale es no equivocarse nunca… así que no las contradigas.

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