Un experimento social llevado a cabo por la compañía de puertas y cerraduras Point Fort Fichet, sacó a relucir el lado más emocional de la audiencia al reunir a un grupo de personas de distintas edades y sexos. A ellos, se los sentaba en una habitación y se les hacía una sola pregunta: si tuvieras que salir de casa por una emergencia y solo tuvieras treinta segundos para sacar las tres cosas más valiosas, ¿qué escogerías?
Las respuestas ciertamente nos dan mucho que pensar.
La mayoría de los individuos respondió que salvaría su ordenador o bien, algún disco duro en el guarden su información más valiosa. Los objetos que precedieron a estos fueron dinero, documentación, cartera, bolso o el teléfono móvil. Ciertamente las cosas que la gente adulta más suele priorizar.
Sin embargo, lo que estos individuos no sabían es que al otro lado, sus propios hijos estaban escuchando sus respuestas y tenían algo valioso que enseñarles.
Ante si sorpresa, a los pequeños se les hace la misma pregunta y es entonces que cada uno se da cuenta de que no está solo en ese experimento. Las respuestas infantiles son de lo más conmovedoras y demuestran la inocencia de los chiquillos.
La respuesta más popular que ellos brindan, es que le darían preferencia a sus mascotas por sobre todas las cosas mencionadas anteriormente, desde perros hasta peces. Luego, aparecen las contestaciones más emotivas, como la foto de una mascota fallecida, el osito sin el que no se puede dormir por las noches, el chupete que se usaba de bebé y hasta “los lentes de mamá, porque a ella le gusta mucho leer”.
Cabe mencionar que la reacción de cada uno de los participantes es increíble desde el instante en que escuchan hablar a sus hijos.
Una lección que nos recuerda la importancia de los pequeños detalles.