Nunca encontrarás la ubicación exacta de 404, la ciudad más secreta de China, en las coordenadas de Google Maps, por más específico que seas en tus parámetros. Y es que esta urbe, tan gris y abandonada, no aparece en realidad en ningún mapa.
Sus polvorientas construcciones son vestigio de una época tan dura como fascinante, pues su creación se remonta a los tiempos de la Guerra Fría, cuando la amenaza nuclear era más latente que nunca.
Situada en medio del extenso desierto de Gobi, 404 fue concebida como un lugar de residencia para investigadores que perseguían un único objetivo: crear su propia bomba nuclear.
En 1964 lo lograron: se llevó a cabo la detonación de la primera bomba nuclear.
Además de sus laboratorios, contaban aquí con supermercados, tiendas, colegios y hasta un zoológico. Y es que no había ningún tipo de instalación en miles de kilómetros a la redonda.
Para encubrir la fachada, colocaron un acceso de vigilancia que lucía como la entrada a un parque infantil. Bastante tenebroso.
Hasta inicios de los años noventa, unas 100,000 personas habitaban por completo la ciudad; número poblacional que ha ido decreciendo con el tiempo de manera considerable.
Hoy, 404 ha sido casi abandonada y aún se mantiene en el más absoluto secreto. Son escasos los testimonios de personas que hayan vivido allí o llegado a conocer las inmediaciones.
Se estima que le quedarán no más de 1,000 habitantes.
Por lo demás, es prácticamente un lugar fantasma, con grandes edificios que parecen vacíos y estructuras oxidadas por la antigüedad.
Quien sabe los experimentos que se seguirán llevando a cabo dentro de esta siniestra urbe, o si las personas que la pueblan se han limitado a llevar una existencia tranquila. En el caso de lo primero, tal vez sea mejor no averiguarlo demasiado pronto.
La ciudad es lo que nosotros llamamos un elefante blanco