En frente del parque 5 de Mayo y al lado de una parada de transporte público, se puede ver a una pareja de ancianos que todos los días van a trabajar juntos. Se trata de Pioquinto Pérez Espinoza, de 74 años de edad, y de su esposa doña Natavidad Pérez Alvarado, quienes ya cuentan con más de 30 años trabajando en el mismo puesto.
Él se dedica a bolear zapatos y ella se encarga de vender dulces y algunos postres a los transeúntes. Optaron por trabajar de esta manera ya que su salud no les permite dedicarse más a sus oficios.
Antiguamente, don Pioquinto era paleador en los volteos y su mujer planchaba y lavaba ajeno.
Ahora se mantienen activos pero sobretodo, juntos, pues afirman que ya no saben estar el uno sin el otro. Doña Nati recuerda con mucho cariño la manera en que se conocieron y como se enamoraron:
“Yo le eche el ojo rápido. Me gustó y él quiso conmigo. Siempre hemos estado juntos y aunque como en todo matrimonio hay días buenos y días malos, nosotros siempre nos hemos llevado bien. Yo, a veces, me enojó pero no me tarda mucho porque lo amo y no me gusta que estemos peleados. Nosotros jamás nos hemos ido a dormir enojados”.
Es tan su cariño que hasta la fecha, cuentan con una familia grande y conformada por siete hijos, cuatro varones y tres mujeres, y cinco nietos, que han sido la recompensa a sus 60 años de casados.
Cada día ocupan su puesto desde las siete de la mañana hasta las dos de la tarde, que es cuando vuelven a su casa para mirar la televisión y recibir visitas. Y así planean seguir por bastante tiempo.
Los dos son un gran ejemplo a seguir para muchos mexicanos.
Con información de tintafresca.com.mx y www.alertachiapas.com