No cabe duda que la tecnología está avanzando más cada día y en el ramo de la medicina es donde la aprovechamos más, cada año se les salva la vida a más niños y adultos y es precisamente gracias a esos avances que fue posible salvar a una bebé que nació prematura (5 meses), misma que murió y a quienes los médicos lograron revivir.
Bex y Martin estaban muy emocionados por la espera de su bebita, era su primogénita, así que por lo tanto tenían los nervios de punta, sin embargo, los doctores decían que el embarazo marchaba de lo más normal así que por una parte la tranquilidad volvía a ellos.
Desafortunadamente y de manera inesperada, cuando cumplió cinco meses, la pequeña presentó complicaciones en el corazón, así que los médicos decidieron que lo mejor para ella y para la bebé era realizar una cesárea, prometiéndole que harían todo lo posible por mantenerla con vida, pero al nacer, el corazón de la pequeña bebé dejó de latir.
Cuando la madre no escuchó el llanto de su hija sabía que algo estaba mal, esto provocó su llanto y entre gritos y lamentos de la madre, los médicos hicieron hasta lo imposible para salvarle la vida a la bebita, después de 8 minutos de someterla a electrochoques pudieron regresarla a la vida. Willow, nombre que le dieron a la pequeña, rápidamente fue trasladada a cuidados intensivos para poder darle una mejor atención, médicos y enfermeras se esmeraron día y noche por atenderla.
La pequeña Willow fue sometida a una terapia de frío, la cual consiste en colocar a un niño en una incubadora y bajar su temperatura a 33 grados centígrados, la temperatura normal en el ser humano es de 37 grados. Es decir, la sometieron a una hipotermia controlada con el fin de evitar un daño cerebral por falta de oxígeno, ahí permaneció 3 días.
Bex y su esposo no se podían acercar del todo a su pequeña hija, tan sólo podían acariciar su mano debido a que esta se encontraba muy débil, ella recuerda con tristeza que no escuchó llorar a su hija durante las primeras 4 semanas debido a que estaba conectada con tubos y que aunque sonara raro, tan sólo deseaba escucharlo.
Después de 3 largos días que Willow pasó en la incubadora por fin salió y fue estabilizada a su temperatura corporal, gracias a ello la pequeña podrá llevar una vida normal.
A poco más de tres años de su nacimiento, Willow es una niña muy sana y lleva una vida normal como cualquier otra. La vida les brindó una segunda oportunidad y hoy están unidos y más felices que nunca.
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