Hay ciertas cosas que Donald Trump no puede hacer, pero estas cosas no solo se limitan a cosas que tengan que ver con su trabajo o puesto, sino que hay varias cosas mundanas y diarias que no puede hacer por cuestiones de seguridad, las cuales en realidad son bastante sorprendentes.
Son cosas tan comunes que muchos estadounidenses dan por sentadas, pero, aunque estas actividades realmente no son “reglas oficiales” al no existir alguna ley que las prohíba, las reglas establecidas por el Servicio Secreto le señalan al presidente varias cosas que no debe de hacer, aunque él podría ignorarlas cuando quieras, aunque eso es algo que no debe de hacer por razones bastantes obvias.
Tabla de contenidos
1.- Manejar un auto
A los presidentes de Estados Unidos no se les permite conducir sus propios automóviles, al menos no en las vías públicas del país. Lyndon B. Johnson fue el último presidente en conducir por una carretera financiada por sus contribuyentes. Aunque varios presidentes (como George W. Bush) han manejado en propiedades privadas. Por otro lado, Obama solo fue visto conduciendo un carrito de golf durante sus años como presidente.
2.- Viajar en un auto convertible
Luego del asesinato de John F. Kennedy la seguridad presidencial ha cambiado sus reglas. Ir saludando desde un auto convertible se ha prohibido por razones obvias. Ir viajando en un auto descapotable convierte al presidente en un objetivo muy fácil desde varios lugares, por lo que luego del trágico día en Dallas los presidentes de EU tienen prohibido hacer lo mismo.
3.- Usar un iPhone
El presidente de los Estados Unidos no tiene la libertad de elegir cualquier Smartphone. El ex presidente Obama, el primero en usar un Smartphone, confirmó que no tenía permitido usar el popular iPhone debido a las preocupaciones de seguridad. En cambio, hizo todo lo posible por usar un BlackBerry modificado mientras estaba en su cargo. Poco antes de su gran victoria sabía que tendría que dejar de usar el teléfono que él quisiera: “me la van a quitar de las manos” comentó en 2008.
4.- Estar solos con el público
Tal y como el agente interior Jonathan Wackrow comentó durante una entrevista: “La protección del Servicio Secreto es la cosa más intrusiva que cualquier persona podría experimentar en su vida”. Los presidentes no tienen el permiso de acudir a un partido de Baseball o baloncesto, cosa que Obama intentó al inicio de su administración
5.- Salir a comer sin un “catador” presente
Suena a una historia de la Edad Media, pero lo cierto es que la comida del presidente siempre dispone de catadores por parte del Servicio Secreto, aunque no hablan abiertamente del tema. Un portavoz de la Casa Blanca ha mencionado el hecho ante la prensa. Aunque esto ha dejado ciertas situaciones muy incómodas, como el almuerzo con los republicanos en el Capitolio en 2013, en donde Obama no tenía catadores y no pudo probar sus alimentos.
6.- Abrir las ventanas de la Casa Blanca
El presidente de Estados Unidos no tiene permiso para abrir las ventanas de su casa y dejar que una brisa de aire entre para refrescar la habitación. Cuando Michelle Obama se relacionado con Stephen Colbert en 2015, el Servicio Secreto puso como regla que todas las ventanas de la casa permanecieran cerradas. Esto también se aplica para las ventanas de los vehículos en los que viaja el presidente y la familia presidencial.
7.- Aceptar regalos que sean costosos
En el 2016 se promulgo una ley que prohíbe que obsequios con un valor mayor a $375 dólares sean entregados directamente, teniendo que pasar por los Archivos Nacionales. Cualquier cosa con un valor menor está bien y se considera un “recuerdo u objeto de cortesía”. Esto ha dejado varios casos curiosos, como el hecho de que el presidente George W. Bush no pudo aceptar un perro pastor búlgaro por parte del presidente de Bulgaria, teniendo que pagar el precio nominal por el perro para poder conservarlo.
8.- Salir sin el “football”
No nos referimos a un balón de fútbol, sino que “football” es el nombre que se le ha dado al maletín del Servicio Secreto, el cual siempre llevan a todos lados con el presidente. Hasta el día de hoy el contenido se desconoce. Se cree que tiene equipo para que el presidente confirme su identidad, para que entre en contacto con el comando militar nacional o que tiene opciones en caso de una emergencia nuclear.
9.- Tener conflicto de intereses
En 2016 el actual presidente Donald Trump les dijo a los editores del New York Times, en referencia a sus intereses comerciales en conflicto con su puesto de presidente, que la “ley está totalmente de mi parte, el presidente no puede tener un conflicto de intereses”. Técnicamente Trump tiene razón: “El Servicio de Investigación del Congreso ha afirmado que no existe ningún requisito legal que obligue al presidente a renunciar a sus intereses financieros debido a un conflicto de intereses”.