Muchas personas piensan que lo peor que podría sucederles, sería encontrar a la pareja de sus sueños y descubrir que ya estuvo casada. Después de todo, a nadie le gusta lidiar con una ex-esposa o un ex-marido que puedan causar problemas. Sin embargo, incluso este tipo de situaciones pueden superarse con un poco de paciencia y madurez. Justo como lo demostró esta novia.
Katie Hild había organizado una boda de ensueño con su prometido, Jeremy. Ella estaba consciente de que al casarse con él, estaría adquiriendo un gran compromiso no solo con su futuro esposo, sino también con su pequeño hijo, Landon, la madre del niño, Casey y su padrastro, Tyler. Muchas mujeres en su lugar, no habrían dudado en dejar fuera a la ex de sus hombres. Pero ella se comportó de manera diferente.
No solo invitó a Casey y a su esposo a la boda, sino que los incluyó junto a su hijastro en sus votos matrimoniales.
En medio de la ceremonia y después de dedicarle sus palabras de cariño a Jeremy, se dirigió a Casey y a Tyler para confesarles lo importante que era para ella contar con su apoyo, y aclarar que quería formar parte de su familia, compartiendo la tarea de criar a Jeremy.
Los invitados estallaron en lágrimas cuando al final, la mujer se arrodilló enfrente del niño para decirle cuanto lo quería y le prometió ser una gran amiga el resto de su vida, así como guiarlo y ser dura cuando fuera necesario. Un hermoso gesto que no todas las personas son capaces de hacer por sus parejas.
Casey demostró ser una gran persona al desviar la atención de sí misma, para enfocarse en Landon, su madre y su segundo padre.
A veces una separación no significa que la familia va a romperse, sino que será más grande.