Tasmania es sin duda alguna uno de los destinos turísticos más atractivos de Australia y entre los sitios que son imperdibles dentro de esta isla, se encuentra la famosa costa de Bay of Fires.
Una bahía que resalta por el turquesa de sus aguas, lo claro de sus arenas y sus rocas de granito, que muestran una curiosa coloración naranja debido a los líquenes que las rodean.
Esta paradisíaca locación ofrece tanto una vista maravillosa como un descanso increíble.
Fue el capitán Tobías Funeaux quien le dio su nombre en 1773, debido a las fogatas que se podían observar a la distancia. No obstante, la mayoría de las personas siguen creyendo que el mote se debe a las luces que producen los líquenes dentro del mar.
Las actividades que se pueden llevar a cabo en Bay of Fires son de lo más variadas, yendo desde el buceo hasta la observación de la fauna y la marina silvestre.
En las cercanías, se puede visitar el famoso Parque Nacional Monte William, que es un sí otra maravilla natural digna de mirar.
Bay of Fires también cuenta con una posición privilegiada si lo que quieres, es pasar un rato tranquilo.
Alejada del bullicio de la ciudad, solo es posible llegar hasta aquí tomando la carretera Binalong Bay, que colinda con el precioso pueblo de St. Helens.
Y si lo que te agrada es vivir aventuras al aire libre, tienes que saber que al sur puede encontrarse un área perfectamente acondicionada para acampar; además de ser posible la contratación de un recorrido con un guía experto, que te mostrará los rincones más especiales de la Bahía de Fuego y quizá también te dé la oportunidad de practicar algún deporte.
En toda Australia, no hay ni habrá nada como el hermoso paisaje de esta locación.