Existe una ciudad en el sur de Albania que se ha vuelto uno de los símbolos arquitectónicos más importantes del lugar, por no mencionar Patrimonio Mundial de la UNESCO. Se trata de Berat, un sitio de inspiración otomana que antaño estuvo especializado en la talla artesanal de madera y que hoy, es una de las ciudades mejor conservadas en la región de Los Balcanes.
Con cientos de casas apiladas encima de una colina a las orillas del río Osum, lo que más destaca de esta urbe son las fachadas de sus viviendas, pintadas de blanco y con techos inclinados. Y con muchas ventanas.
Absolutamente todas las casas han sido provistas con grandes ventanales rectangulares, que son como ojos que parecen observar hacia el río.Esto le ha ganado a Berat el nombre de “la ciudad de las mil ventanas”.
Existen en su interior tres cascos de gran importancia: Mangalem, Gorica y Kalaja, así como múltiples capillas y mezquitas que la han convertido en el destino de paso de un montón de turistas con inquietudes espirituales.
A pesar de toda la cultura e historia que rodea a este pequeño pueblo, hay que decir que no es uno de los que más concentración de turistas dispone en la temporada de vacaciones. Ciertamente puede deberse a la ausencia de lujos u hoteles en condiciones en el interior, aunque sí que hay establecimientos y lugares para hospedarse que cuentan con lo básico, y con una vista maravillosa de los alrededores.
Además de los templos religiosos que contraponen a dos religiones tan distintas, en Berat se conserva un bazar que se ha convertido en la fuente más famosa de comercio entre todos sus pobladores.
Y no podemos olvidar por supuesto, la Kala o castillo que data del siglo XIII y es de renombrado estilo bizantino.