Islandia es conocida por ser una tierra muy joven, aún en formación y caracterizada tanto por sus bajas temperaturas, como por las muchas aguas y pozos termales en los que se puede tomar un delicioso baño caliente y relajante.
Son estos yacimientos los que la han vuelto tan popular entre los turistas, que viajan con la ilusión de beneficiarse de este tratamiento natural.
El baño termal más conocido a día de hoy es el Blue Lagoon o en islandés, Blaá Lónid, una laguna descubierta en la década de los setenta y en torno a la cual se ha construido un agradable balneario.
Localizada a tan solo 45 minutos de Reykjavik, el Blaá Lónid se ha ganado reconocimiento mundial debido a las propiedades medicinales con las que cuentan sus aguas, que han demostrado especialmente efectivas en tratamientos contra la psoriasis.
Además de esto, su mezcla única de minerales, sales, sílica y las algas azules que les proporcionan un precioso color turquesa, son estupendas para tratar la piel y sanar el organismo, además de que por supuesto, tienen una temperatura deliciosa para bañarse y más durante los meses fríos del año.
El lago artificial del balneario se abastece principalmente de la central geotérmica Svartsengi, la cual drena agua a más de 200 metros de profundidad dentro de la tierra y 240 grados centígrados.
Visitar el Blue Lagoon es una experiencia fascinante, no solo por las rocas volcánicas que rodean el sitio y los chorros de vapor que salen por todas partes, sino también por los estupendos tratamientos de spa que se ofrecen aquí, los cuales incluyen masajes, faciales de belleza y más.
Inclusive allí mismo cuentan con un restaurante, varios gimnasios y una tienda.
La entrada por persona es de tan solo 23 euros y los niños de hasta 13 años pueden entrar gratis.