Cuando Lily Alter, de 14 años de edad, se encontraba haciendo un trabajo para la escuela, jamás imaginó el cambio tan importante que este traería en su vida. Todo comenzó en su colegio de Oak Park River, en Chicago. El maestro de inglés había pedido a los estudiantes que desarrollaran un ensayo con algún problema social de la actualidad.
Lily eligió hablar sobre el cuidado íntimo de las mujeres, ya que aunque parece un tema sencillo y muy común, le sorprendía ver como seguía siendo tratado como tabú y los problemas que podía conllevar para algunas chicas.
Mientras más investigaba, la niña se dio cuenta de que no todas las mujeres podían acceder a productos tan básicos como toallas sanitarias y compresas.
Las que vivían en pobreza y no contaban con un buen sistema de salud, tenían que dejar estas necesidades de lado para enfocarse en conseguir algo de comer o un sitio donde dormir. Quienes elegían comprar artículos sanitarios, muchas veces tenían que renunciar a comer.
Fue por eso que Lily decidió emprender un proyecto que se volvió famoso a nivel internacional.
Con gran esfuerzo, empezó a reunir grandes cantidades de tampones y otros artículos de cuidado íntimo, que guardaba en contenedores en su casa. Luego, armaba con ellos paquetes de higiene personal que entregaba a las mujeres más necesitadas, normalmente indigentes o chicas que estaban en albergues. De acuerdo con ella, cada paquetito contiene los productos indispensables para un ciclo menstrual.
Las personas se quedaron tan impresionadas con su iniciativa, que en poco tiempo Lily recibió una donación de 3,000 dólares, para poder seguir ayudando a las mujeres sin recursos a cuidar de su salud íntima.
Hoy, es una de las activistas más jóvenes por los derechos femeninos y su comunidad se siente muy orgullosa de ella.
¿Quién diría que una tarea escolar se convertiría en esto?