Hay innumerables momentos hechos para disfrutarse en un lugar propio, que será para ti mucho más que una simple vivienda: de hogar familiar a casa de descanso la tercera edad, (una etapa increíble para disfrutar plenamente de tu patrimonio), es un hecho que toda residencia posee un valor indiscutible a largo plazo, más allá del dinero.
Si no cuentas con el dinero necesario para adquirir alguna, existen opciones que te ayudarán a cumplir este sueño, como los créditos.
Este tipo de financiamiento dispone de varias alternativas, tanto bancarias como gubernamentales. Antes de solicitar el tuyo, sería conveniente tomar en cuenta las siguientes medidas:
Evalúa todos los créditos disponibles
Las instituciones gubernamentales suelen ser la primera opción para trabajadores que van a adquirir una vivienda. Una gran ventaja es que pueden otorgarte hasta un 90% del monto a pagar.
En contraparte, el monto máximo a prestar no es tan alto como el que podrías conseguir con los bancos.
Si formas parte como afiliado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), también eres derechohabiente del Infonavit, pudiendo acceder a uno de sus créditos. Otra opción para quienes laboran con entidades gubernamentales es FOVISSTE.
En caso de que no cumplas con las situaciones anteriores, siempre es posible recurrir a la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), que otorga subsidios para casas modestas.
Analiza minuciosamente los créditos a tu alcance, con sus pros y con sus contras, más tus circunstancias particulares, antes de tomar una decisión.
Construye un buen historial crediticio
Sin un buen historial en el Buró de Crédito, será imposible que las instituciones confíen en ti. Es aconsejable que lo construyas mediante una tarjeta de crédito que no implique gastos exhorbitantes.
Pagar por tus compras a crédito en tiempo y forma, te brindará mayor credibilidad como deudor.
Empieza a ahorrar en serio
Cualquier crédito implica un enganche, por lo cual es justo que tengas una buena cantidad ahorrada con anticipación.
Por lo general, el enganche representa un 10% del valor de la casa como mínimo.
Si no deseas arriesgar tu estabilidad económica, lo mejor que puedes hacer es comenzar a guardar un 20% de tu salario actual hasta cubrir dicha cuota. Organiza tus gastos y decide cuales de ellos son indispensables, con el fin de alcanzar la meta.
Te sorprenderás al ver que cuantas son las cosas de las que puedes (y deberías) prescindir.
Asesórate con un buen broker hipotecario
Si el rollo de los préstamos supone un dolor de cabeza para ti, puedes confiar en un broker. Este especialista estudia tu caso y te ayuda a seleccionar el crédito que más te conviene. Dicho asesoramiento es gratuito por parte de las entidades financieras.
El tener un hogar propio te brindara cierta seguridad a la familia a lo largo de tu vida pero no debes de dejar de lado las casas de retiro adultos mayores para cuando llegues a cierta edad.
Por eso, no dejes de considerar las recomendaciones anteriores. ¡Comprar tu casa es posible con el apoyo adecuado!