Compra una cómoda de 125 años en mercadillo: Oye ruido raro y al abrir encuentra lo inimaginable

No todos los días uno tiene la oportunidad de encontrar objetos de enorme valor en los lugares más comunes. Es por eso que el caso de Emil Knodell, un hombre que se dedicó por muchos años a dirigir una empresa de marketing, es tan excepcional. Una vez que se jubiló, Emil decidió dedicar parte de su tiempo a lo que siempre había sido su pasión: buscar antigüedades.

Un día hubo una venta de garaje en su vecindario. Su vecino acababa de morir y estaban poniendo a la venta varias de sus pertenencias. De inmediato acudió para ver si podía dar con algo interesante. Y lo encontró.

Lo primero que sus ojos detectaron fue una hermosa cómoda con encimera de mármol, cuya antigüedad se remontaba a finales del siglo XVIII.

Justo lo que necesitaba para su comedor.

Lo mejor fue que solo tuvo que pagar por ella 100 dólares, toda una ganga para un mueble tan fino. Pero lo mejor estaba a punto de llegar. Justo cuando él y su amigo estaban por meterla en el maletero de su auto, escucharon que algo hacía ruido dentro.


Al revisar bajo el último cajón, encontraron un compartimento secreto que se hallaba lleno de auténticos tesoros, diamantes, joyas, oro, dinero… toda una pequeña fortuna que se había vendido sin saber. Jeff admitió haberse quedado en shock al ver aquellas cosas. Cualquier persona en su lugar no habría dudado en quedarse con cada una de ellas.

No obstante, él no lo pensó dos veces antes de devolverlas a sus dueños.

“Pagué por la cómoda, pero no por los objetos de su interior. Me habría sentido mal por haberme quedado con ellos”, confesó él en una entrevista, “soy un viejo marino e intento siempre hacer lo que es correcto”.

¡Su honestidad es realmente digna de admirar!

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