Los fuegos artificiales son una gran manera de celebrar cualquier ocasión, pero la ciudad japonesa de Nara ( la ciudad de los ciervos en español) ha llevado sus fiestas a un nivel más alto.
Justo detrás del Parque de Nara, se encuentra un antiguo volcán extinto, llamado Monte Wakakusa, que se eleva suavemente hasta una altura de 350 metros. Desde su punto más alto, uno puede tener una vista panorámica de toda la ciudad.
Monte Wakakusa es por lo tanto muy popular para caminar y pasear. La montaña está cubierta por hierba y en la pendiente de la montaña podemos encontrar algunos cerezos que generalmente está en plena floración en torno a principios de abril.
Pero a medida que se acerca el invierno, la hierba comienza a secarse, los cerezos pierden sus hojas y la montaña se ve muy calva. Este es el momento cuando el famoso festival de Wakakusa Yamayaki se lleva a cabo.
En el cuarto sábado de cada mes de enero, la hierba muerta se quema. Esto se conoce como «Yamayaki», que es, literalmente, «montaña asada». Los orígenes de Wakakusa Yamayaki no están claros, pero la tradición supuestamente se originó a partir de una disputa de límites entre dos templos, Todai-ji-ji y Kōfuku en el año 1760.
Cuando fracasaron las mediaciones, toda la montaña fue incendiada. Otra teoría afirma que los incendios fueron provocados para ahuyentar a los jabalíes.
Hoy en día, las ceremonias se llevan a cabo en los Templos Todaiji y Kofukuji además del Santuario Kasuga. Las fiestas comienzan con la ceremonia de encendido de la antorcha en Kasuga Taisha.
La quema de la hierva comienza a continuación, con un desfile hasta el pie de la montaña donde una gran hoguera se enciende. A las 6 pm hay un espectáculo de fuegos artificiales sobre la montaña.
Una vez que los fuegos artificiales se han completado, la hierba en la montaña es inflamada. La quema de la montaña puede tardar desde 30 minutos a una hora dependiendo de cómo esta de seca la hierba. El espectacular incendio se puede ver desde toda Nara.