El amor de una madre es algo incondicional, es el sentimiento más puro y sincero que puede encontrar un hijo al igual que el del padre, cuando se tienen ambos, esto hace que el niño crezca de manera íntegra y con los suficientes valores para poder vivir en sociedad. Aunque, hay excepciones en las que uno solo de los dos, es decir, papá o mamá, logra esto sin la ayuda del otro.
¿Qué pasa cuando una de las figuras falta en la vida de un niño? A algunos les afecta más que a otros y repercute en su forma de ser y comportamiento. Hoy en día desafortunadamente los matrimonios duran poco tiempo, lo peor es cuando hay hijos de por medio, cuando una pareja se separa los más afectados son los niños, aunque en ocasiones hay a los que no les afecta tanto, como en la siguiente historia.
En Utah, Estados Unidos, una mujer llamada Whitney Kittrell se enamoró de un hombre muy apuesto gracias a la forma con que la miraba y la atención que tenía hacia ella, el cariño y el amor fue tanto que un día este le propuso matrimonio y se casaron. Al principio parecía que todo iba perfecto, él la trataba como toda una reina, era muy atento con ella y luego de un tiempo decidieron hacer más grande la familia; tuvieron dos hermosos hijos.
Con el tiempo este hombre empezó a mostrar su verdadera personalidad, era un egoísta que solo pensaba en sí mismo y sus necesidades sin querer asumir responsabilidades, un día decidió abandonar a su familia sin importarle en lo más mínimo sus hijos.
Los primeros días esto afectó mucho a Whitney, para ella era algo muy difícil de superar, la vida perfecta que tenía con una familia amorosa había desaparecido y no iba a volver. No le interesaba saber nada pero cuando vio a sus hijos con aquella tristeza en sus pequeñas caritas extrañando a su padre, en ese momento sintió que nada en realidad importaba tanto como ellos y aunque su padre no estuviera, seguían siendo una familia.
Tenía la tarea de darles todo lo que sus hijos necesitaban, de que vivieran en un hogar digno, que fueran felices y que nada les hiciera falta, quería que se sintieran orgullosos de su madre. Por más que se considerara una mujer romántica y que deseara volver a tener una relación y volverse a enamorar como la primera vez, se dispuso a hacer eso a un lado para concentrarse en ser papá y mamá a la vez, además, no quería meter a su casa a un desconocido que pudiera hacerle algún daño a sus hijos.
Aunque trabajaba muy duro para darles todo el amor que sus hijos se merecen, pronto se daría cuenta que en algunas situaciones la figura paterna es necesaria.
Un día su hijo llegó con una notificación de la escuela en la que se les pedía asistir junto con sus padres sin excusa alguna al colegio debido a que se realizaría un convivio por motivo del día del padre, esto hizo que a Whitney se le rompiera el corazón y se dio cuenta que por más que se esforzara nunca podría convertirse completamente en una figura paterna para sus hijos, no quería que su pequeño asistiera solo pues se deprimiría al ver a todos sus compañeros acompañados de su padre, así que tuvo una gran idea y le sugirió al niño que invitara a su abuelo, este le contestó sonriente:
¨A mí no me interesa llevar a mi abuelo, yo quiero que tú me acompañes porque para mí tú eres mi papá y mi mamá¨.
El pequeño quería que todo el mundo se diera cuenta de cuan valiosa era su madre. Esto hizo que ella no pudiera contener las lágrimas pues todo el esfuerzo y sacrificio que hacía por sus hijos valía la pena. No lo pensó dos veces y buscó todos los accesorios para vestirse como un hombre; ropa, zapatos y con un marcador se pintó la barba y bigote, se puso una gorra y ocultó su larga cabellera. Ya preparada y muy emocionada asistió al evento junto con su hijo.
Desde luego que los nervios no faltaron, estaba inquieta por las reacciones de los padres y maestros pero eso cambió cuando su hijo la presentó ante todos y ella nuevamente no pudo contener las lágrimas al escuchar sus palabras:
¨Buenos días maestros y compañeros, hoy me acompaña la persona que más quiero y que nunca me ha dejado solo, ella es quien me dio la vida y a quien yo le daría la mía, ella es mi mamá pero también es mi papá¨, mencionó el pequeño orgulloso de su madre.
Después de haber escuchado esto los padres de familia y maestros le aplaudieron, ella se sintió muy orgullosa de lo que era y estaba muy feliz por lo que su hijo pensaba, nunca se imaginó que sería el centro de atención ese día por ser una persona que a pesar de estar sola, sacaba adelante a sus hijos como muchas otras mujeres u hombres que lo hacen sin la ayuda de su pareja. Estas personas son verdaderamente un ejemplo a seguir.
Esto nos demuestra cuán grande puede ser la valentía de alguien que ama a sus hijos y el gran esfuerzo que es capaz de hacer con tal de sacarlos adelante pese a la irresponsabilidad y cobardía de quien decidió marcharse y olvidarse de su familia.
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