En el mundo podemos encontrar muchos hoteles peculiares, pero ninguno que sea del estilo del asombroso Noorderlicht, nombre que en Holanda significa aurora boreal pero que también es el de un navío de dos palos que se encuentra enclavado en el hielo.
Situado en el fiordo noruego de Tempelfjorden, en Spitsbergen, esta enorme goleta ha sido aprovechada para brindar un hospedaje de lo más particular a los amantes de la aventura.
Construido inicialmente en la urbe alemana de Flensburg, en 1910, el SV Noorderlicht fue pensando en un principio para funcionar como una especie de estación meteorológica. Al estallar la Segunda Guerra Mundial se le utilizó dentro de la Kriegsmarine.
Tras soportar los embates bélicos, finalmente se le retiró en 1963 y 30 años después volvió a las aguas como crucero.
En el interior encontramos 10 camarotes que pueden albergar hasta a 20 personas y en la cubierta se han colocado un par de lanchas inflables que a menudo son usadas para navegar en el fiordo, y mirar de cerca la fauna silvestre, compuesta de osos y pingüinos entre otras especies.
En el mismo archipiélago de Svalbard, Noorderlicht ofrece un servicio de cruceros alrededor de las Islas Lofoten y otros sitios cercanos, que han hecho las delicias de los turistas que buscan conocer el lado más helado de Noruega.
Sin embargo, llegar hasta el hotel mismo no es nada sencillo.
Su ubicación, situada en pleno hielo ártico, se encuentra a kilómetros de la ciudad más cercana y hace un frío insoportable, por lo cual siempre es necesario ir bien equipado con todo lo necesario para soportar el clima.
Se tiene como opciones de transporte una moto para la nieve o un trineo tirado por perros, ya que de otra manera es prácticamente imposible acercarse al navío.