Islandia, es conocida por sus tierras exuberantes y llenas de vegetación, que en más de una ocasión han impactado al mundo entero. Su planta principal viene a ser el musgo, la cual puebla una gran parte de su territorio. Los campos de Eldhraun, son un perfecto ejemplo de este precioso ejemplar, que surge con bastante facilidad en tierras volcánicas.
Aquí, el suelo ha adquirido una forma irregular que parece sacada de un cuadro surrealista. Densas capas de musgo cubren kilómetros de piedras, que en otro tiempo fueron lava basáltica expulsada por el volcán Grímsvötn, a raíz de la fisura de Loki.
De hecho, dicho desastre natural que tuvo lugar durante el siglo XVIII, se tiene como uno de los peores en la historia del país.
Como consecuencia de la erupción, una nube inmensa de vapores tóxicos se abrió paso en más de 10 kilómetros a la redonda, matando a miles de animales que pastaban en las cercanías, tales como cabras y ovejas.
La población también sufrió la pérdida de sus cultivos, teniendo que pasar por una hambruna de la que se tiene triste constancia en el lugar.
Resulta complicado imaginarse aquellas desgracias hoy en día.
Eldhraun, en islandés, quiere decir “el desierto de lava”, un epíteto que le viene como anillo al dedo a este sobrenatural paisaje. Actualmente, el musgo que se ha apoderado del territorio ha contribuido a volverlo uno de los puntos turísticos más bellos del lugar.
De hecho, el acceso es fácil desde Reikiavik, la capital islandesa. La carretera principal que le da vuelta a la isla, separa la ciudad de los campos con tan solo 200 kilómetros.
Si algún día llegas a visitar el país de las aguas termales y las luces del norte, no querrás dejar de tomarte una foto en medio de estas densas praderas de musgo.