Es un hecho que una de las cosas más odiosas que le pueden ocurrir a cualquier persona, es quedarse atorado en medio de una carretera concurrida. Ahora imagina que además de todo, dicha persona es una madre ocupada que además de hacerse cargo de un bebé pequeño, tiene que llegar a su trabajo temprano por la mañana. El escenario sin duda haría estallar a cualquiera.
Hace poco tiempo, Hailey se vio inmersa en dicha situación. Justo cuando iba de camino a su empleo, con prisa y sin el tiempo de su lado, se topó con un vehículo delante de ella que iba más lento de lo habitual; algo que la molestó al instante.
Pero antes de que pudiera hacer cualquier cosa para mostrar su impaciencia, ella se dio cuenta de que habían colocado un cartel en la ventanilla trasera del auto. Decía lo siguiente: “Aprendiendo a manejar el cambio de velocidades, lamento la demora”.
Enseguida respiró hondo y se tranquilizó.
Este fue el mensaje que Hailey compartió en la página de Facebook, Thoughts, Dots and Tots, justo después de contar su experiencia:
Sabiendo esta información, tuve paciencia con sus lentos cambios de velocidad. Honestamente, lo hacía bastante bien para alguien que sigue practicando.
Luego me hice una pregunta: ¿Habría sido igual de paciente de no haber visto el cartel? Casi estoy segura de que no.
No sabemos por lo que pasa cada persona. Nadie lleva carteles con explicaciones de nuestra situación personal. No vemos carteles en la ropa de la gente que digan: “Me estoy separando de mi pareja”, o “Perdí un hijo” o “Tengo depresión” o “Me diagnosticaron cáncer”.
Si supiéramos lo que está pasando cada uno, seríamos más amables con los demás.
Sin duda su mensaje deja mucho que pensar, ¡no hay que conocer a los otros para mostrar un poco de consideración!