El bienestar bucodental es un tema que a menudo no recibe la importancia debida. No obstante, se trata de una cuestión que debería preocupar a toda persona que valore tanto su bienestar como una buena apariencia.
He aquí algunas recomendaciones que te conviene considerar, para preservar la salud y belleza de tu sonrisa.
Tabla de contenidos
Visita a tu dentista con regularidad
Resulta recomendable acudir al menos una vez al año, dada la existencia de enfermedades y/o condiciones que pueden interferir con la salud bucal.
La intervención de un especialista es vital al prevenir o corregir dichos inconvenientes. Por ejemplo, el Dr. Luis Marcano detalla varios tratamientos para el bruxismo en uno de sus artículos, un trastorno que afecta a niños y adultos por igual, maleando la sonrisa y provocando algunos síntomas adversos.
Cepilla tus dientes dos veces al día (mínimo)
Cepillarse después de cada comida, ayuda a eliminar la placa bacteriana y previene la formación de caries. La manera correcta de hacerlo es empleando el cepillo entre 3 y 4 minutos, limpiando cuidadosamente dientes y encías y usando enjuague bucal al terminar.
Así mismo, es aconsejable optar por una pasta con flúor para fortalecer el esmalte de los dientes.
Dale una oportunidad al cepillo eléctrico
La fuerza de los cepillos eléctricos se encuentra en su motor integrado, el cual produce movimientos suaves, cortos y circulares, que elevan su nivel de limpieza muy por encima del cepillo convencional. Los dentistas recomiendan su uso ampliamente.
Eso sí, será imprescindible reemplazar su cabezal cada tres meses, a fin de evitar afecciones como la periodontitis, las caries y la gingivitis, por mencionar algunas.
La lengua también debe limpiarse
Una buena limpieza bucal no se limita al cepillado de los dientes. La lengua también puede cepillarse (siempre con suavidad y empleando movimientos circulares). Esto no sólo prevendrá múltiples patologías; también alarga la sensación de frescor y ayuda a mantener un buen aliento.
No te olvides del hilo dental
Muy pocas personas son conscientes de la importancia del espacio entre los dientes. Dichas áreas equivalen al 40% de la superficie dental; prácticamente la mitad de la dentadura, por lo cual su limpieza se vuelve indispensable.
Una excelente manera de retirar eficientemente los restos de comida, es a través del hilo dental, el cual debe deslizarse a consciencia entre dientes y encías.
Cuidado con el azúcar y los almidones
Los alimentos con azúcares refinados suponen un daño general para el organismo. En el caso de los dientes, contienen ácidos que debilitan el esmalte dental, generando la aparición de manchas, melladuras y aumentando la sensibilidad.
Moderarse en cuanto a la ingesta de comida procesada y dulces, es lo más inteligente, así como lavarse los dientes inmediatamente después de consumirlos.
Hay una interesante excepción en la que coinciden los especialistas: los chicles sin azúcar. Masticar este tipo de chicle es una buena alternativa para complementar la limpieza bucal, puesto que contribuye a reducir las bacterias bucales hasta en un 10%. No se recomienda tomar este hábito como rutina, sino de forma ocasional.