Hoteles en el mundo hay miles, pero ninguno cuenta con la distinción y las ancestrales tradiciones del Nishiyama Onsen Keiunkan, un hotel ubicado en Japón, al oeste de Tokio, cuya historia se remonta hasta la época de los samuráis y que hoy en día, se encuentra entre los más exclusivos del planeta.
Fundado en el año 705, la administración del Nishiyama ha pasado por las manos de 52 generaciones de una única familia y se caracteriza por su entorno natural, su excelente servicio y los baños termales que ofrece a sus huéspedes.
Su ubicación es justamente la mayor de sus ventajas, ya que se haya enclavado entre las montañas Hayakawa dentro de la prefectura de Yamanashi, y hace la función de balneario gracias a las propiedades con las que cuentan sus aguas sulfúricas.
La máxima temperatura que se puede disfrutar en las mismas es de 52 grados, y están abiertas tanto para grupos considerables de personas como para bañarse en privado, (cada habitación tiene acceso a su propio baño termal).
Por el demás, el Nishiyama Onsen Keiunkan destaca por tener un ambiente en el que se combinan las esteras de tatami y los elementos decorativos orientales.
Sus interiores históricos se encuentran prácticamente intactos, puesto que la única renovación efectuada ocurrió en 1997.
Se trata de un lugar ideal para relajarse y desconectarse de la civilización, pues aparte de estar tan cercano a la naturaleza, este hotel no dispone de acceso a Internet. Si bien para algunos esto podría resultar un inconveniente, el establecimiento insiste en brindar una experiencia absoluta de serenidad para sus huéspedes.
Cada noche en este encantador albergue de ensueño ronda los 400 euros.
Va incluida una cena kaiseki con platillos tradicionales de pescado, verduras y carne, y por supuesto el infaltable sake.
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