Es muy común ver como los cuerpos policíacos incorporan perros en varias de sus actividades, como la detección de drogas o la persecución de criminales.
Como tantos canes que se han vuelto policías, el pequeño Gavel estaba preparándose para convertirse en otro, pero el destino le depararía algo diferente.
Este pastorcito alemán posó por primera vez con un conjunto de uniformados condecorados de las autoridades de Queensland, Australia, luciendo un chaleco acorde a sus indumentarias.
En ese entonces, el gobierno de la localidad se refirió a él como un miembro que participaría activamente con la comunidad y el Estado.
Poco después volvió a saberse sobre él, a través de las fotografías que publicaba la página oficial de Facebook de la Academia de Servicio Policial de Queensland. Sin embargo, los usuarios se mostraron desconcertados al verlo tan decaído.
Gavel no la estaba pasando bien en los entrenamientos y su primera noche en la academia había sido difícil. Se suponía que aprendiera a atacar y morder a los criminales, pero se distraía fácilmente para jugar y correr. Debido a su tierna personalidad, le incomodaban las dinámicas agresivas y se lo veía muy triste. De modo que reconsideraron su admisión en la policía.
Como ya vivía en casa del gobernador, pensaron en un mejor trabajo para él: el de perro de ceremonias del Estado.
La posición se hizo oficial mediante un simpático contrato en febrero y hoy, Gavel es muy feliz en su nueva profesión. Ahora, es el encargado de dar una cálida bienvenida a los visitantes de la Casa de Gobierno; en su mayoría turistas. ¡Y todos están encantados con él!
Gracias a su alegría y amabilidad, este cachorro se convirtió en una pequeña celebridad de Australia. Hay muchos perros policías en el mundo, pero solo un Gavel y lo amamos por ser tan noble.