Por su dulce sabor y su jugosa pulpa, el mango es una de las frutas preferidas de la gran mayoría de las personas. Sus propiedades nutricionales hacen de él un elemento excelente para incluirse en dietas y en rutinas de belleza. Y es que, ya sea que consumas mango deshidratado o fresco, las cualidades de este alimento serán tus mejores aliadas si deseas mantener un aspecto lozano y saludable.
Estos son los beneficios de comer o usar mango:
Reduce manchas y cicatrices. Su abundancia de vitamina A es muy útil para desvanecer pigmentaciones irregulares. Para ello, se recomienda comerlo o aplicarlo directamente sobre la zona afectada, a modo de mascarilla. Esto se puede llevar a cabo tanto con cáscaras de mango deshidratado, como con el fruto fresco.
Combate los signos de envejecimiento. Debido a su alto contenido de antioxidantes y vitamina C, los mangos son eficaces al disminuir el efecto de los radicales libres, que ocasionan la aparición de arrugas y la perdida de elasticidad en la piel.
Ayuda a curar el acné. Las espinillas y los barritos pueden desinflamarse y desaparecer, incorporando mango a tu alimentación diaria, o mezclándolo con otros ingredientes naturales para exfoliar e hidratar tu rostro y tu cuerpo. Combina la pulpa con un poco de sal de grano para hacerte una buena exfoliación, o Aloe Vera y yogurt si necesitas una mascarilla o crema.
Destapa los poros. La acumulación de sebo en los poros cutáneos, es una de las principales causas del acné. Afortunadamente, el mango es muy efectivo para prevenir esta situación; te aconsejamos incluirlo en algún exfóliate natural y aplicarlo en tu rostro con movimientos suaves. Poniendo en práctica este remedio un par de veces a la semana, notarás la diferencia en pocos días.
Funciona como astringente natural. Las pieles grasas se beneficiarán especialmente de las propiedades de esta fruta, que resulta tan útil al combatir problemas como el exceso de sebo, el enrojecimiento cutáneo, el brote de espinillas blancas y la aparición de puntos negros.
Estimula la producción de colágeno. Esta sustancia resulta esencial en la regeneración de la piel, sobre todo conforme vamos envejeciendo. Una dieta rica en deliciosas frutas como el mango, y acompañada de la hidratación correcta, mantendrá tus reservas de colágeno en abundancia.
Hidrata e ilumina la piel. Aplicarte una mascarilla de mango fresco es ideal para retener la hidratación en tu cutis, además de incrementar su suavidad y luminosidad. Claro está que obtendrás estas mismas ventajas si comes su pulpa a menudo.
Alivia irritaciones cutáneas. En caso de que tengas la piel sensible y tienda a irritarse con facilidad, o si llegas a sufrir alguna quemadura leve, puedes disminuir la inflación esparciendo un poco de pulpa de mango fría encima del área lastimada.
En general, los mangos son buenísimos para la salud y consumirlos no solo hará que tu piel luzca sensacional, también aumentará el brillo y la fuerza de tu cabello. Toma nota de los consejos y remedios que acabamos de mencionarte, y compruébalo desde casa.