La fiesta del año se ha terminado pero no por eso nos quedaremos con ganas de conocer los detalles. Aunque la prensa estuvo presente para dar a conocer la celebración, la verdad es que hubo muchas cosas que no contaron. Pero gracias a las redes sociales, pudimos saber que fue lo peor y lo mejor de la celebración de Rubí.
Llegada masiva de invitados
Desde que se celebró la ceremonia religiosa de la quinceañera, parecía que los invitados aún podían contenerse. Unas mil personas la acompañaron en la iglesia, pero a lo largo del día, la cantidad empezó a incrementarse de manera alarmante. A las 9 de la noche, la Policía Federal tuvo que intervenir para bloquear el acceso de automovilistas.
Las colas de vehículos llegaron a superar los 15 kilómetros en Laguna Seca. Se estima que por lo menos 30,000 personas estuvieron presentes en el evento.
Los regalos
El gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras, se hizo presente para obsequiarle a la joven una computadora nueva y libros. Pero el regalo más polémico de la noche, lo hizo el alcalde de San Blas, Nayarit, Hilario Ramírez Villanueva “Layín”, quien le dio un Chevrolet Spark Classic 2017, con valor de 135,400 pesos. Aseguró él que no lo había comprado con dinero del erario, sino propio.
Es muy difícil creerle a alguien que en el pasado admitió “que sí robaba, pero poquito”.
La prensa y los padres de Rubí
Finalmente, no se puede dejar de mencionar el agotamiento con el que Crescencio Ibarra y su esposa Ana Elda terminaron después de lidiar con los reporteros. Hubo instantes en los que perdieron la paciencia ante el acoso de la fiesta; sin mencionar que su mamá no pareció disfrutar de la fiesta, por estar checando en su celular la logística de los quinceaños, para que todo fuera perfecto.