Bien es sabido que los sótanos pueden encerrar una gran cantidad de secretos, especialmente los de las casas antiguas. Cuando la familia Orellanos, de El Salvador, adquirió una residencia histórica, ninguno de sus miembros pudo imaginarse lo que encontrarían debajo de sus cimientos.
Estaban en plena remodelación de la casa y habían decidido colocar nuevos cimientos, pues la humedad del subterráneo empezaba a apoderarse del piso superior. De modo que el señor José Javier Orellanos, bajó con un trabajador a inspeccionar el área.
Allí derrumbaron uno de los muros, con tanta facilidad, que se quedaron extrañados. La pared descubrió un agujero de gran tamaño, en el que había algo escalofriante…
Se trataba de un par de cadáveres que yacían prácticamente momificados; el olor de la descomposición era fuerte y en un principio, lo habían confundido con el de la humedad. Los dos habían muerto en una aterradora posición, como si se estuvieron ocultando o trataran de proteger algo. Cerca de ellos, hallaron una bolsa con una pequeña fortuna: 100,000 dólares estadounidenses, que de inmediato fueron requisados por las autoridades.
La policía alegó que debido a las circunstancias en las que habían sido hallados, era muy probable que el dinero proviniera de alguna actividad ilícita, aunque se hubiera dado hace años.
Las fotografías que tomaron del sótano de la casa durante su investigación, se han vuelto virales en Internet y tienen a toda la población de El Salvador en vilo. Simplemente es aterrador pensar que debajo de tu propio domicilio, una sorpresa tan escalofriante como esta te pueda estar esperando.
Ahora, la familia Orellanos ha puesto una demanda en contra del departamento de policía, pues afirman que el dinero les pertenece desde que estaba en su propiedad, y esta fue comprada limpiamente.
Probablemente sea una disputa que se extienda por largo tiempo.