En plena temporada de tormentas, lo que más abundan son los fenómenos eléctricos que a menudo nos fascinan y también nos hacen temer. Las descargas súper atmosféricas son uno de los efectos que pocos conocen pero que a menudo, podemos notar apenas hay huracanes en movimiento o tempestades frecuentes.
Este efecto natural, al que también se le ha dado el nombre de ELT (Efecto Luminoso Transitorio), se compone de rayos que acontecen a más altitud de un relámpago normal, justamente en lo que se conoce como la troposfera. Estos últimos también incluyen extrañas centellas de color rojo con halos azulados, a los que de forma popular se les ha llamado “elfos” o “espectros”, debido a su mágica apariencia.
El físico de Escocia C. T. R. Wilson fue el primero en afirmar que en algún lugar de la atmósfera, relámpagos muy distintos a los normales estaban ocurriendo. Esto fue durante la década de los 20’s, en pleno siglo XX.
Wilson se basó en las anécdotas que le contaban muchos pilotos de la Primera Guerra Mundial, quienes se habían quedado anonadados al ver unos raros destellos rojos por encima de sus cabezas. Por temor a que los tildaran de locos, la mayoría prefería callar y aludir el hecho a alguna alucinación, o al mismo estrés de las circunstancias.
No obstante, hoy en día se sabe que los ELT’s existen y son un fenómeno común, aunque poco frecuente. Actualmente, tanto expertos como aficionadas andan con cámara a la mano, a la caza de estos bellos relámpagos.
Varios de ellos han sido captados por investigadores del Langmuir Laboratory for Atmospheric Research, en Nuevo México.
En España, algunos han sido también captados por el grupo Lightning Research Group, conformado por miembros de la Universidad de Cataluña; así como se sabe que también ha habido avistamientos desde Madrid.