A lo largo del tiempo hemos podido darnos cuenta de que ningún diagnóstico médico puede precisar el curso de cualquier caso, por más fácil o complicado, imprevisto o peligroso que este sea.
En muchos casos se puede suscitar este tipo de situaciones, en especial en los embarazos múltiples ya que traen consigo grandes desafíos que de no ser atendidos de manera pertinente, pueden representar un gran riesgo para la vida de la madre y la de los bebés.
En cuanto al nacimiento de siameses es una de las condiciones más peligrosas que se conoce y puede ser más complicada dependiendo la cantidad de órganos compartidos que pueden llegar a tener los bebés.
Estos problemas pueden aumentar convirtiendo la situación en algo mucho más delicado cuando no sólo se trata de dos bebés sino de tres, poniendo en peligro aún más la vida de la madre y de los pequeños.
Un claro ejemplo es la historia de las hermanas Macy, Mackenzie y Madeline, su historia es uno de los dos casos que se conoce en el mundo. Cuando las trillizas nacieron, sus padres tuvieron que lidiar con la realidad de que dos de las pequeñas eran siamesas.
Desde muy pequeñas este trío ha sufrido mucho, no sólo por su condición física y los problemas de salud que han presentado sino también por el abandono de sus padres quienes no soportaron la situación.
Pero sus vidas dieron un giro inesperado convirtiendo sus historias en un cuento de hadas.
Macey y Mackenzie, son gemelas siamesas, esta es una condición inusual que solamente existe otro caso documentado en el mundo.
La condición de estas pequeñas representaba un riesgo para ellas y su madre. Pero contra contra cualquier pronóstico, ellas llegaron al mundo con una salud crítica que ponía en juego su futuro.
Las posibilidades de sobrevivir de estas pequeñas eran muy pocas. Y por si fuera poco sus padres decidieron darlas en adopción debido a que no tenían la capacidad emocional ni económica para solventar los gastos, las complicaciones y las necesidades que traían consigo su estado de salud.
Los médicos hicieron todo lo posible para salvar la vida de las pequeñas mientras que una familia decidía acogerlas. Las pequeñas fueron obligadas a tomar grades cantidades de medicamentos, tener que soportar sondas, cables y muchos otros procedimientos médicos que les ayudaban a mantener una condición física estable, mientras se tomaba alguna decisión acerca de su situación.
A pesar de lo que pensaron muchas personas, su vida había mejorado considerablemente. Darla y Jeff Garrison es una pareja que buscaba adoptar, después de conocer el caso de estas pequeñas, se interesaron en ellas y a pesar de que no contaban con un gran recurso económico y tenían tres hijos, no lo pensaron dos veces para adoptarlas.
Con gran esfuerzo la pareja recaudó dinero suficiente para que las gemelas fueran separadas. La operación de las pequeñas se llevó con éxito, no se presentó ninguna complicación durante su camino.
Con tan sólo 9 meses de edad y 24 horas de cirugía, la operación fue todo un éxito. La cirugía comenzó estirando su piel con expansores, teniendo mucho cuidado para no provocar daños mayores. Su recuperación fue tardía pero satisfactoria.
En ese momento comenzó una nueva historia para las pequeñas y su nueva familia. Debido a la separación de sus cuerpos cada niña quedó sólo con una pierna pero se solucionó con una prótesis personalizada para cada niña, además de sesiones intensas de fisioterapia que les ayudaría a desarrollar una adecuada tonificación muscular que les permitiera tener una mejor movilidad.
Con el paso del tiempo la adopción se pudo hacer de manera oficial. Cuando pasó la fase más crítica en su rehabilitación, Jeff, Darla y toda la familia se mudaron a las afueras de Iowa en una cómoda granja.
Las trillizas crecieron sanas y muy felices, además, llevaron una niñez muy normal a pesar de sus limitaciones físicas. Las personas cercanas siempre buscaron darles el apoyo necesario para hacerlas sentir más cómodas y seguras.
La historia de estas jovencitas es un gran ejemplo de amor y valentía. Su familia ha demostrado que no existe nada que pueda detener la felicidad cuando existe un gran vínculo de amor y un corazón bondadoso.
Y aunque estas jovencitas no conocen a sus padres biológicos, se declaran muy felices en la familia que las adoptó y les ha dado lo necesario para salir adelante.
¡Este mundo necesita más personas como Jeff y Darla! Si estás de acuerdo en que hicieron un gran acto de generosidad, difunde la historia de estas hermosas jovencitas que nunca se han rendido pese a sus dificultades. Les deseamos toda la felicidad del mundo.