Arte plumario, arte plumaria o plumaria es uno de los artes elegantes y suntuosos del México prehispánico. Se utiliza para decorar las plumas, lanzas, abanicos, pulseras y sandalias. Este tipo de ornamentación también se combinó con telas para crear prendas ceremoniales para la realeza. Por lo que su significado era señalar el rango social de la persona que lo llevaba, por lo que una persona que llevaba un tocado o atavío de arte plumario quería decir que era una persona importante en la sociedad.

Penacho de Moctezuma
Este arte fue producido por artesanos que tenían permiso para usar las plumas del ave más sagrado de los aztecas, el quetzal. Los artesanos usaban además plumas del colibrí, así como las plumas del tlauhquechol, una garza que de brillantes plumas de color rosa y el zacuán, un ave costera amarilla. Un verde menos brillante vino de los loros, marrón del pájaro vaquero como plumas negras y blancas de la ayacuán. El rojo venía de una especie de guacamayo.
Los artesanos utilizan tres métodos para crear sus composiciones de plumas. El primer método consistía en atar las plumas juntas en un mosaico para crear un patrón general. Los fragmentos más pequeños estaban pegados en la parte superior para crear una especie de cuadro. Más tarde, los artesanos empleaban una técnica de capas en la que las plumas estaban pegadas en capas, utilizando la resina del tzauhtli, una palabra náhuatl para una rara orquídea, para crear un diseño integral. Por último, los artesanos desarrollaron la técnica de costura de las plumas junto con un hilo de algodón especial.
El Penacho de Moctezuma, la famosa capa roja de Moctezuma fue creada mediante la vinculación de los ejes de las plumas, una técnica llamada enlazado. El tocado, que ahora reside en un museo de Viena, ha sido durante mucho tiempo el centro de una disputa sobre su autenticidad. Sahagúhn, estudioso inigualable de la historia antigua del país mexicano afirmó que el tocado no es de Moctezuma. Sea cual sea la verdad, una mirada es suficiente para dar rienda suelta a las fantasías más coloridas del México antiguo.
Hoy en día la técnica continúa. Una reciente exposición en la CABA, Centro Ajijic de Bellas Artes en Ajijic, Jalisco muestra el trabajo de un artista que usa plumas creando diseños tridimensionales. Los brillantes colores y la capacidad inherente de las plumas para reflejar la luz producen ilusiones ópticas complejas, resultando muy populares entre los coleccionistas y amantes del arte.