Esta es una receta que posiblemente extrañe a muchos y hasta les parezca asquerosa. Sin embargo, si le das una oportunidad probablemente no quieras dejar de preparar el café de esta forma por el resto de tu vida.
En Noruega, las personas tienen la costumbre de añadir huevos crudos a la bebida, haciéndola no solo más nutritiva e ideal para comenzar el día llenas de energía, sino también dándole un sabor excelente.
Por si esto no fuera suficiente, el exótico color ámbar y el delicioso aroma que adquiere el café, son toda una experiencia para las papilas gustativas, que hacen que ni la leche ni el azúcar sean necesarios para aderezar.
Para emular la receta solo necesitas lo siguiente;
- 1 huevo
- 3 cucharadas de granos de café recién molidos
- 3 tazas de agua
Y una olla, porque esta bebida sabe mucho mejor cuando se cocina al fuego.
- En un plato, mezcla el café molido con el huevo, añadiendo tanto la yema como la clara. Revuelve hasta conseguir una sustancia homogénea, (si te cuesta trabajo, agrega un poco de agua).
- Ahora verte el agua en la olla y añade el café con huevo. Vuelve a revolver y deja que todo se cocine a fuego lento, por no más de tres minutos.
- Al terminar, agrega una taza de agua fría para que la masa del huevo se pueda asentar en el fondo.
- Cuela la bebida en tu taza habitual y prepárate para disfrutar del café como nunca antes lo has hecho.
Esta es una preparación que no dispone de demasiado tiempo y que perfectamente, puedes hacer todas las mañanas. Si quieres resistir mejor hasta la hora del almuerzo y sentirte más despierto al salir a trabajar, definitivamente es recomendable.
¿Qué otras maneras interesantes conoces de preparar el café?