No es ninguna novedad que para muchas personas el mar es sinónimo de purificación, entre las cuales se encuentra el artista israelí Sigait Landau, quien se ha vuelto millonario y muy conocido gracias a un pequeño proyecto que comenzó hace dos años.
Este pequeño proyecto consistió en sumergir un vestido de gala negro en las aguas del mar muerto por dos años, dejándolo expuesto a los químicos marinos y a los deshechos orgánicos de las especies marinas, pero está claro que él jamás imaginó que su pequeño proyecto sería tan bien recibido por el mundo de las artes, el cual acogió el resultado final con mucha facilidad.
Landau revisaba y fotografiaba el vestido cada 3 meses, documentando los cambios que el vestido iba presentando gracias a los químicos del agua. Al pasar los dos años, noto que ese vestido negro se había convertido en un vestido completamente blanco, ya que se había visto envuelto por cristales de sal, lo que le dio un aspecto único.
Después de ver que el vestido había sido bien recibido y tenía un gran valor, decidió no vender la pieza completa, en su lugar, la retiró, la fotografió y comenzó a vender cuadros enmarcados individuales con el vestido, algo que le dejó mucho dinero en su bolsillo.
Este proyecto se ha hecho viral y la fama del vestido cubierto de cristales de sal sigue creciendo, así que no es de extrañar que Landau siga llenándose sus bolsillos con muchos boletos.