Muy pocas personas saben que existe una isla volcánica a 30 kilómetros del sur de Sicilia, llamada Ferdinandea; la cual se encuentra completamente sumergida, pero de vez en cuando sale a la superficie, a causa de su propio movimiento volcánico. El 2020, se ha fijado con el año más próximo para verla ascender de nuevo y por supuesto, concretar algún viaje turístico a este paraíso italiano.
Con 30 kilómetros de largo por 25 de ancho, y un pico de 400 metros de altura, se considera que cuenta con el volcán más grande de Italia, aunque en la actualidad se halla a no menos de 6 metros debajo del nivel del mar.
El lugar así mismo, tiene una historia curiosa y llena de controversia, que se remonta al período comprendido entre los siglos XVII y XIX. Su más célebre aparición registrada en el Mediterráneo ocurrió en pleno año de 1831, cuando una erupción la impulsó a 65 metros de altura sobre las aguas.
Gran Bretaña fue la primera nación en considerarla de su propiedad, al tener derechos sobre Malta. Se le bautizó como Isla Graham, ante el disgusto de Fernando II de Borbón, rey de las dos Sicilias.
En el acto, él la renombró como Isla Fernandinea, aunque Francia no tardó en unirse a la disputa, colocando su bandera en el territorio de en aquel entonces, solo 4 kilómetros cuadrados, y llamándola Isla Julia. La disputa política se terminó en diciembre de ese mismo año, cuando el cayo volvió a desaparecer bajo el océano, con una nueva actividad sísmica.
A partir de 1925, le hemos visto resurgir de nuevo, ubicándose a solo 25 metros de profundidad en dicho año y en 1999, a solamente ocho. Se estima que efectivamente, en el 2020 Fernandinea volverá a lucirse en todo su esplendor sobre el Mediterráneo.