El Jiuzhaigou Valley, es un valle en la provincia de Sichuan en el sur de China, que se destaca por su increíble vegetación y las agua que conforman un paraje de ensueño.
Este sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, forma parte de la Prefectura Autónoma de Ngawa Tibetana y Qiang y abarca una superficie de 240 kilómetros cuadrados.
Además, es uno de esos rincones ocultos del mundo que cualquier turista se moriría por conocer y que ya ha cautivado a millones de personas por las fotos que abundan de él en la web.
Aquí, las aguas de los lagos que lo rodean tienen tonos verdes, azules y turquesas increíbles, y están resguardadas por las mismas montañas y un bosque, que en otoño luce espectacular debido al cambio de color de sus hojas y la manera en que se reflejan en el agua, como si fuera un espejo.
En Jiuzhaigou, el agua es tan cristalina que incluso es posible ver las profundidades con perfecta claridad.
Esto se debe a que está asentada sobre depósitos ricos en carbonato de calcio, lo que le brinda una limpieza y color inigualables.
Dentro de los sitios que se pueden visitar en este paisaje natural, se encuentran algunos tan atractivos como El Lago de los Cisnes, El Lago Panda, El Lago Espejo, El Lago de los Cinco Colores y La Piscina de las Hadas, famosa por sus preciosas aguas turquesas.
La provincia más cercana a Jiuzhaigou Valley es la de Chengdu, que se encuentra a 330 kilómetros del lugar.
Para llegar hasta él, hace falta un recorrido de 10 horas en autobús bordeando el río Minjiang, aunque también existe la opción de ir hasta allí en helicóptero.
Una vez dentro del área, lo ideal es ir a pie o hacer trekking para disfrutar de la naturaleza.