Desde los años 50, la hermosa ciudad de Lisse en Holanda, cuenta con el privilegio de mostrar una de las atracciones primaverales más admiradas del mundo, apenas arranca la primavera.
Se trata del jardín de Keukenhof, un terreno de 32 hectáreas que ofrece un espectáculo único lleno de color y perfumes, entre especies varias como los jazmines, las rosas, los gladiolos, las orquídeas y como no, los tulipanes, conocidos por ser la flor nacional de los holandeses.

Foto: keukenhof.nl
Año con año, el jardín es rediseñado por expertos paisajistas, en torno a un tema central que se vuelve eje de inspiración.

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Para el 2017 se rendirá homenaje al afamado diseño holandés, que vio nacer corrientes artísticas tales como la “De stijl”, creada en los albores del siglo XX.

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Con tal propósito se ha realizado un mosaico floral de 250 metros cuadrados, fiel a una obra del pintor Piet Mondrian, que uso el vanguardismo y la geometría para dar vida a grandes trabajos plásticos.

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Keukenhof, quiere decir literalmente “el jardín de la cocina”, pues se sabe que estos terrenos fueron antaño lugar de la huerta y los parques que daban a las cocinas del palacio de Teylingen, en donde habitara la condesa Jacqueline de Baviera.

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Hoy, este se ha convertido en el punto de reunión tradicional de decenas de compañías especializadas en el cultivo de tulipanes, a fin de ofrecer los bulbos en florecimiento.

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Se estima que existen más de 7 millones de ellos en este campo.

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Otros elementos que se combinan con el precioso paisaje de Keukenhof, son árboles varios, un tradicional molino de viento, puentes diversos, lagos y canales, y hasta una atracción llamada “el paseo de los susurros”, en la que los visitantes pueden abordar un barco.

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El parque permanece abierto desde el 23 de marzo hasta el 21 de mayo.

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