En el mundo existen infinidad de lugares fascinantes, pero pocos son tan misteriosos y especiales como Chinguetti, la biblioteca que se encuentra situada en pleno desierto. Este sitio ubicado en Mauritania, en el continente africano, antaño no estaba tan desolado ni lleno de arena. Hoy, cada va aislándose más debido a las inmensas dunas que han llegado a rodearlo.
Antaño Chinguetti fue una ciudad como cualquier otra, pero las arenas arrastradas por el desierto hicieron tan insostenible la situación, que poco a poco sus habitantes optaron por abandonarla, dejando atrás su invaluable biblioteca. Esto ocurrió en el siglo XVIII.
Son muy pocas las personas que siguen viviendo en un poblado que cada vez, parece más condenado que nunca a quedarse vacío.
Declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, la ciudad es casi invisible al estar perfectamente camuflada entre los colores del desierto.
Dentro ella reposan aún los manuscritos y libros que en sus mejores tiempos, la transformaron no solo en uno de los puntos de comercio más importantes de la región, sino en un auténtico centro de cultura y conocimiento.
Gracias a esfuerzos internacionales, estos archivos se han protegido y difundido para su posterior estudio. Sin embargo, no están disponibles con facilidad para ser mostrados a los viajeros.
Gran parte del acervo es cuidado por las mismas familias que aún habitan en el poblado y que se preocupan por resguardar el sabor.
Llama la atención encontrar archivos que están especializados en ramas muy distintas, que van desde medicina hasta religión, y que han estado almacenados por siglos.
Visitar Chinguetti no es algo sencillo, pero es perfectamente partiendo desde Lagueila, la ciudad más cercana, a unas tres horas de su ubicación en el desierto. La ruta cuenta con turistas y camellos, que se encargan de hacer más ameno el viaje.
Fotos de Michał Huniewicz, Christophe André y Ammar Hassan.