¿A quién no le gustan las casas del árbol? Tener una es el sueño de todo niño y aunque no lo admitan, también de varios adultos. Pero Horace Burgess no se quedó con las ganas y consiguió construir la que tiene el mayor tamaño en el mundo. Solo mirar ya es algo impresionante.
Este pastor religioso adquirió un terreno bastante y amplio y lleno de árboles, la cual ya poseía una casa del árbol enorme, que él estaba decidido a convertir en la de mayor tamaño del planeta.
Así, erigió una nueva estructura con 30 metros de alto, usando material completamente reciclado e improvisando sin ayuda de ningún tipo de planos. Con el paso del tiempo la casa llegó a tener 10 niveles y 3,000 metros cuadrados. Una verdadera mansión en las alturas.
“La Casa del Árbol del Ministro” está apoyada en un gran roble principal de 24 metros de alto y se expande hacia las ramas de otros seis árboles que le sirven como sostén.
Tiene unas 80 habitaciones y balcones que la rodean por todos lados. En su construcción habrán sido empleados unos 258,000 clavos y el interior no tiene nada que envidiarle a las casas de cualquier celebridad.
Cuenta con unas elegantes escaleras de caracol, su propia cancha de baloncesto, un santuario y diversas salas recreativas. A causa de todo esto, ha conseguido estar valuada en $12,000, siendo un maravilloso ejemplo de arquitectura alternativa para quienes no creen que sea posible vivir en medio de la naturaleza.
La casa del árbol de Burgess ha sido visitada por muchas personas y fotografiada innumerables veces.
Aunque su estilo rústico y su ubicación no convencen a cualquiera, no deja de ser una de esas maravillas arquitectónicas que a todos dejan con la boca abierta. ¿Tú te atreverías a vivir aquí?