Con el paso del tiempo se van poniendo de moda reglas originales que nos hacen más fácil la vida. Una que te conviene recordar, por ejemplo, es la de “no le digas nada a otra persona, si no puede solucionarlo en 5 minutos o menos”.
Otras que no está mal tomar en cuenta, serían las de “no seas cruel innecesariamente con alguien” o “celebra todas tus victorias, por más pequeñas que parezcan”. Escuchar las palabras adecuadas y aplicarlas en tu vida, puede hacer que cada día sea más satisfactorio que el anterior.
Cuando hablamos sobre el orden y la limpieza, existe una con la cual vas a evitarte horas de trabajo duro: la regla de los 2 minutos.
¿En qué consiste? ¡Fácil!
Esta regla nos dice que si hay alguna tarea que se puede hacer en 2 minutos o menos, debe cumplirse cuanto antes y no dejarse para después. Algunos de ejemplos cotidianos, que seguro te resultarán familiares, los tienes a continuación:
- Lavar un plato o un vaso. (Para que no se acumulen los trastes sucios).
- Colgar la ropa que usaste en el día. (No dejes que se amontone por ahí).
- Despejar el recibidor. (Esto es muy útil si de repente te llegan visitas).
- Recoger la mesa después de comer. (Que se mantenga limpia y despejada).
- Organizar el correo. (No permitas que los papeles se rieguen por todas partes).
- Doblar la ropa y guardarla. (En vez de dejarla en la cama o sobre alguna silla).
- Tender la cama. (Así evitas pisar o ensuciar las sábanas después).
- Sacar la basura. (No esperes a que el cesto llegue a su límite).
- Barrer la entrada. (Menos polvo que pueda extenderse al resto de tu vivienda).
- Poner una lavadora con la ropa sucia. (De este modo, la cesta no se llena y tienes tus prendas limpias a la mano).
Como ves, se trata de una norma muy eficiente que todos los miembros de la familia pueden practicar por igual.
¡Hacerlo es genial para disfrutar de una mayor cantidad de tiempo libre!
¿Qué hacer cuando 2 minutos no son suficientes?
Pese a la efectividad del truco que acabas de descubrir, hay que reconocer que las pequeñas acciones de limpieza no son suficientes para mantener una casa pulcra; sobre todo si trabajas o debes ocupar tu tiempo en otras actividades, como la mayoría de la gente hoy en día.
Entonces, ¿cómo podemos mantener el orden en una vivienda, sin interferir con nuestra rutina? Contratar los servicios de una empresa de limpieza a domicilio será la mejor solución.
Confiar en un equipo de especialistas es una decisión excelente, pues a menudo, ellos reparan en detalles que escapan al ojo común, dejando la propiedad más pulcra de lo que esperamos. De esta manera, resulta más sencillo preservar el orden hasta el siguiente día de limpieza.
Toda casa requiere limpiarse de manera semanal, o cuanto menos periódica, por lo que siempre es recomendable contar con esta clase de ayuda profesional.
Recuerda, un hogar limpio es sinónimo de una familia saludable y feliz.