La isla Kaffeklubben, ubicada a 713 del Polo Norte, formada por hielo y arena, es conocida por ser la más septentrional que existe en el planeta. Formando parte de la zona norte de Groenlandia y a 37 kilómetros del cabo Morris Jesup, no es el lugar idóneo para vivir pero tampoco deja de tener lo suyo.
En realidad es pequeña, pues apenas tiene 700 metros de largo por 300 de ancho, sin mencionar lo extremo de su clima.
Fue el explorador Robert Peary quién la descubrió por primera vez en año 1900, aunque no fue sino hasta 1921 que obtuvo su peculiar nombre por parte de Lauge Koch, sujeto de Dinamarca que tuvo el encargo de hacer un mapa del territorio de Groenlandia y que la llamó así en homenaje el Museo Geológico de Copenhague.
Si bien el hielo es parte de la famosa “Isla del Club del Café”, lo cierto es que hay bancos de gravilla que han favorecido el crecimiento de vegetación. De hecho, las flores que aquí crecen son también las más glaciales que se pueden encontrar en el planeta.
Un buen ejemplo de ello es la Saxifraga Oppositifolia, hermosa planta caracterizada por su pálido color rosa y un colorido centro magenta.
No hubo visitas en este lugar sino hasta el 6 de julio de 1960, cuando las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos enviaron un equipo de especialistas a explorar.
Levantaron un pequeño montículo con piedrecillas y dejaron en los alrededores una caja, que contenía dentro un rollo para filmar de 35 mm. Lamentablemente está fue destruida, al parecer por un oso.
Nueva años después, Canadá mandó a su propio grupo de científicos para realizar mediciones exactas de Kaffeklubben, tras las cuales se le denominó como el punto más lejano al norte que existía en el mundo.
Si lo viera mi mina…