Soledar, es una ciudad ucraniana que se ha hecho famosa por sus hermosas minas de sal, el único complejo de minas en el mundo que a su vez, debe funcionar como una galería de exposición, pues no solo ha beneficiado a los habitantes cercanos con la extracción de la sal. Aquí, hay mucho más por ver y por hacer.
El lugar data de por lo menos hace 270 millones de años, tiempo en el cual el subterráneo yacía ocupado por el mar de Perm.
Con la posterior evaporación de agua no quedaron más que los asentamientos salinos, cuyas reservas, según los expertos, están aseguradas para 2,000 años.
No fue sino hasta el siglo XIX sin embargo, que se instaló el primer asentamiento de colonos en Briantsevka, con el fin de explotar las minas.
De este lugar proviene no solo gran parte de la sal que se usa en Ucrania, sino en diferentes partes de Europa.
Además de esto, el interior alberga una serie de pasillos en los que es posible apreciar pinturas, murales y esculturas creadas por los artesanos de la región, (incluyendo un árbol navideño permanente), tal y como si se tratara de un museo bajo tierra.
En otras ocasiones, el recinto ha sido utilizado también para conciertos de música clásica debido a la excelente acústica que corre por sus pasillos.
El compositor Kurt Schmied, de origen austríaco, se ha presentado ya en un par de ocasiones para interpretar algunas piezas sinfónicas con gran éxito.
Otra buena razón para visitar las minas de Soledar, es el efecto beneficioso que aseguran, el ambiente que aquí se respira tiene para la salud.
Las sales tienen un efecto terapéutico en el organismo, gracias al cual un recorrido completo es ideal para aliviar males como el asma y otras enfermedades respiratorias, alergias y hasta padecimientos relacionados con la glándula tiroides.