A pesar de que todos los seres humanos somos iguales en este mundo, existe algo que nos diferencia unos de otros y que sin importar el tiempo que transcurra, esto continúa vigente en cualquier parte del mundo, hablamos de ¨las clases sociales¨. Muchos debido a su estatus, han sido discriminados, siendo esto algo muy lamentable por el hecho de pensar que el poder, lo económico y las cosas materiales nos hacen mejor que las demás personas o no da el derecho de humillar a los demás.
Lamentablemente debido a la crisis económica que atraviesan muchos países y como consecuencia muchas familias, algunos no tienen más opción que pedir ayuda en las calles, quizás con una moneda o un poco de comida.
Una mujer indigente se acercó a un restaurante a pedir las sobras que habían dejado los clientes y las cuales estaban destinadas al basurero pues deseaba poder alimentarse, fue ignorada pero después ocurrió algo increíble.
La mujer tenía mucha hambre y nada de dinero para comprarse algo.
Mientras Carmen Méndez comía en el restaurante de comida rápida Raising Canes en California, observaba que una indigente les pedía amablemente a algunos comensales las sobras de su comida para poder alimentarse, sin embargo, era ignorada por completo, incluso tiraron a la basura las sobras frente a sus ojos.
Carmen compartió en su cuenta de Facebook:
“Ninguna persona dijo que sí, todos ignoraron a la mujer e incluso tiraron frente a ella la comida, esto es algo que me rompió el corazón”.
Es triste ver como siempre somos indiferentes a las necesidades ajenas y aun pudiendo hacer algo, simplemente nos cuesta.
Ser una persona sin hogar no es un pecado, pero desafortunadamente muchas personas tratan a los indigentes como si hubieran cometido algún crimen o algo muy malo. Esta mujer no trataba de dañar a nadie, solamente quería comer algún bocado para poder aguantar al siguiente día.
Por suerte Carmen había sido voluntaria para ayudar a personas sin hogar durante algunos años. Ella sabía cuáles eran los problemas que enfrentaban día a día las personas sin hogar; algunos adicciones, otros enfermedades mentales, entre otras circunstancias.
“No me desagradan ni me repugna ayudarlos, todo lo contrario, los trato con amor y los considero igual que a cualquier persona ”, comentó Carmen.
Gracias al amor de Carmen fue que comenzó el preludio de esa fatal noche.
Esa noche la mujer sin hogar descubriría que Carmen era una mujer con un alma generosa, se convertiría en el rostro de la esperanza.
Carmen estaba preocupada al darse cuenta que todas las personas le habían negado las sobras a la pobre mujer. Le había comentado a su novio que si miraba a la mujer nuevamente, le daría lo que aun había en su plato. Antes de retirarse del restaurante, buscó por todos lados.
Cuando estaba a punto de tirar las fajitas de pollo y las papas fritas para retirarse del lugar, Carmen escuchó una voz que le preguntó si todavía le quedaba comida.
Amablemente y muy feliz le entregó el plato pero no le pareció algo correcto.
Carmen sabía que la mujer merecía algo más que sobras. Se sintió horrible segundos después de darle su plato con las ¨sobras¨, pues aunque lo hacía de buena fe, la mujer merecía más que eso.
¨Entonces decidí comprarle una comida calientita y entera¨, dijo Carmen.
Mientras ordenaba la comida podía ver el disgusto y la incomodidad de los clientes hacia la mujer sin hogar por sentarse dentro del restaurante. Pero Carmen se había asegurado de que los empleados no la expulsaran del establecimiento mientras la comida estaba lista.
La pobre mujer no pudo aguantar las lágrimas de la emoción por la buena acción de Carmen.
Cuando llegó con la comida recién preparada y caliente, Carmen no tenía idea de que su novio había capturado ese momento.
¨La mirada en su rostro decía más que mil palabras¨, confesó la joven.
Esto es algo que jamás olvidará ninguna de las dos, un hermoso gesto que Fred, el novio de Carmen, no pudo dejar pasar desapercibido, después Carmen decidió compartir la historia en su cuenta de Facebook.
Y por si fuera poco Raising Cane´s en Costa Mesa ha realizado una enorme donación a la comunidad de personas sin hogar con un gran número de tarjetas de regalo, por lo que ahora Carmen puede otorgar regalos a aquellas personas que en verdad lo necesitan. Es por eso que no dejará que la oportunidad de interactuar con los desamparados termine ahí.
Gracias a las tarjetas de regalo los desamparados podrán comprar alimento, además, Carmen también podrá ayudarlos a encontrar un refugio local, desde luego si ellos están de acuerdo en aceptar su ayuda.
Carmen es una persona con un alma noble que ha trabajado con desamparados por varios años por lo que no se le dificultará hacerlo muy bien.
Esta conmovedora historia nos enseña que no debemos de juzgar a las personas pues detrás de ellas siempre hay una historia que los colocó justo donde se encuentran.
Un acto de bondad hacia con los que más no lo necesitan no te quita, te multiplica. Si crees que la acción de Carmen fue grandiosa, difunde la historia con tus amigos y no olvides darnos tu opinión al respecto.