Todavía existen buenas personas en este mundo y a veces, pueden aparecer en el momento indicado. Brigid Murray es una mujer que trabaja limpiando en el Ann Arbor Regent Hotel, de Kentucky. Una mañana, entró a hacer el aseo en la habitación donde se había alojado una pareja de ancianos. Parecía que se habían llevado todas sus pertenencias, pero sin querer habían olvidado algo.
Cuando Brigid abrió el armario del dormitorio, encontró una maleta. En su interior había nada menos que 11,000 dólares en efectivo. Cualquier persona no habría vacilado en apoderarse de la pequeña fortuna.
Pero Brigid siempre fue una mujer honrada y jamás habría robado nada.
Ella hizo lo correcto, e informó del hallazgo a la administración del hotel justo a tiempo. Resultaba que el dinero era propiedad de los ancianos huéspedes que habían pasado allí la noche. Ambos provenían de Ypsilanti, Michigan, pero recientemente habían decidido mudarse a Kentucky para estar más cerca de sus seres queridos.
Aquellos dólares eran todos sus ahorros y sin ellos, no habrían sido capaces de empezar su nueva vida. Atrás habían dejado su vieja casa y el resto de sus cosas y muebles, ya habían sido empacados e iban de camino en un camión de mudanzas.
El hijo de la pareja contó que su madre se había angustiado muchísimo al darse cuenta de que habían olvidado el dinero. Por eso, cuando se enteró de que lo habían encontrado y se lo iban a devolver, derramó lágrimas de felicidad. La noble acción de Brigid tuvo tal impacto que apareció en los medios locales y hoy, es aplaudida en Internet.
Sin duda alguna, esta mujer se comportó como un auténtico ángel de la guardia para estos viejecitos. Casos como el suyo, nos hacen darnos cuenta de que todavía queda esperanza en el mundo.