Como muchas chicas en las redes sociales, Lara Kitchen había encontrado la manera perfecta de explotar su belleza y su bien tonificado cuerpo, a través de Instagram y con tan solo 20 años.
Esta chica oriunda de Australia se convirtió en modelo por Internet. Diversas marcas le pagaban por vestir y promocionar su ropa y sus productos, a través de sus cuentas virtuales.
Pronto, Lara no solo se hizo famosa a través de la industria del modelaje, sino que también se convirtió en la celebridad de la red mejor pagada de su país. Pero su vida perfecta no tardaría en derrumbarse al salir a la luz algo terrible.
Antes de ser tan popular, la chica notó como su cabello empezaba a caerse en considerables cantidades.
Una cita con el médico le confirmó que padecía alopecia, enfermedad incurable que provoca la pérdida del pelo. Ella no podría hacer nada para remediar su calvicie y con el peso del tiempo se volvería peor.
Sin embargo. Lara encontró una luz al conocer las pelucas de Francesca de Mori, fabricadas 100% con cabello natural. Las mismas le ayudaron a sobrellevar su condición y sentirse hermosa de nuevo, pues nadie notaba que estaba llevando algo falso en su cabeza. Fue así como se animó finalmente a ser modelo.
No obstante su historia de superación, hoy muchos patrocinadores pretenden demandarla por hacerles “falsa publicidad”. Lara tuvo que pagar una fianza considerable al ser llevaba a juicio, para no pisar la prisión, pero su batalla legal aún continúa.
Más importante que eso, es su objetivo por promover un nuevo estándar de belleza.
A ella le gustaría que el resto de las personas comprendieran, que el cabello no define a la gente y que se puede ser atractivo todavía con un problema como la alopecia.
¡Tiene mucha razón!