@VayaAspirina, es una usuaria de Twitter que no se pudo resistir a compartir la enternecedora historia de Luis Schapira, un hombre de 91 años que todos los días se levanta muy temprano para acudir al Hospital Fernández, en Argentina. A diferencia de otros ancianos, él no va para tratar sus dolencias: va para ayudar.
Schapira solía ser uno de los mejores médicos de la institución y aunque hace 27 años que se jubiló de la misma, su enorme amor por la medicina lo ha mantenido en el ruedo.
“Cuando te preguntes que es la vocación, recuerda a este médico jubilado que sigue asistiendo ad honorem al hospital”, escribió la usuaria en su red social, junto a la foto de Luis que, apoyado en su bastón, espera uno de los elevadores del lugar.
Su publicación ha sido retuiteada más de 5,000 veces recibido 16,000 corazones.
Causó tanto interés que el periódico argentino, La Nación, le hizo una entrevista a Luis para conocer su historia y resulta que no la tuvo nada fácil para llegar a donde está ahora.
Nacido en el seno de una familia judía del poblado Entre Ríos, cuenta que su madre era ama de casa y su padre un comerciante sin mucha suerte. Antes de mudarse a la capital de Buenos Aires, solían vivir en una casa donde no tenían agua corriente ni electricidad. Una vez en la ciudad, su papá mantuvo a la familia vendiendo flores artificiales y al concluir su educación básica, Luis se decantó por la medicina por ser la carrera más congruente con su ramo de la secundaria.
Sin embargo se enamoró de la profesión y hoy en día, sigue acudiendo al hospital para analizar de dos a tres casos complicados por mes, solo para garantizar la salud de sus pacientes.
¡La suya es una trayectoria admirable!
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