Pocos paisajes hay que sean tan fascinantes como el que se puede ver desde el Monte Bromo en Indonesia, ubicado específicamente en la isla de Java. Con 2.329 metros de altura y más de 50 erupciones que han transcurrido en los últimos 50 años, este está considerado como uno de los volcanes más activos del mundo. La última de sus explosiones tuvo lugar en el 2011 y aunque algunas de ellas no se han visto exentas de terminar en accidentes, este cráter no deja de ser uno de los atractivos más bellos del lugar.
Lo podemos encontrar dentro del Parque Nacional del Bromo Tengger Semeru, en el cual si bien no se destaca por ser el más alto, sí se ha formado la reputación del más enérgico.
Quienes visitan el Monte Bromo no pueden evitar sentirse como atrapados en una película de ciencia ficción, pues el paisaje que conforma al lado del volcán Semeru recuerda bastante a la superficie lunar. La caldera cuenta además con no menos de 16 kilómetros de diámetro y suele expulsar humo y azufre.
Pese a todo, los alrededores no se caracterizan precisamente por su clima cálido. A los visitantes se les aconseja llevar ropa abrigada, debido al frío que rodea la locación. El parque también ofrece servicios de alojamiento para los turistas, que consisten en pequeñas pero cómodas cabañas. Aquí mismo, es posible contratar a un guía profesional para subir y descender por la montaña, además de mirar el amanecer en Gunung Penanjakan.
En las faldas del volcán encontramos otro bonito punto turístico de la zona, consistente en un templo que increíblemente y a pesar de las erupciones, se mantiene de pie.
Por último, para los menos entusiastas de la actividad física extrema, existe una escalinata para subir por el altozano y renta de caballos para pasear.
El festival Yadnya Kasada está organizado por Pura Luhur Poten, un templo hindú que se encuentra en el «mar de la arena». La tribu local Tenggerese se congregan en Pura Luhur Poten para pedir bendiciones de Ida Sang Hyang Widi Wasa, el Dios de Mahameru.
Entonces la multitud avanza a lo largo de los bordes del cráter del monte Bromo y lanzan sus regalos al cráter.
A pesar del peligro, algunos tratan de trepar hacia el cráter para recuperar los bienes sacrificados, que se cree que traen buena suerte .
Otros tratan de recuperar las ofrendas usando redes.