Bret Winingar y su hijo Zach daban un paseo en moto por el parque natural de Little Rock en Arkansas, Estados Unidos, cuando de repente se percataron de algo que había entre los matorrales a un lado de la carretera. La curiosidad hizo que padre e hijo se pararan para averiguar de qué se trataba.
Al acercarse, notaron que era una caja para transportar animales, esta se encontraba muy dañada y con algunas mordeduras, era claro que lo que se encontraba dentro estaba luchando por salir desesperadamente de ahí.
Ninguno de los dos se encontraba preparado para descubrir lo que había dentro…
Cuando los dos decidieron abrir la caja, se estremecieron con lo que descubrieron.
Se trataba nada más y menos que un cachorro color negro que parecía más bien un saco de piel y huesos.
¨El pobre animal tenía un olor fétido, olía a muerte y era insoportable respirar, sus patas estaban cubiertas de excremento, sabrá Dios cuanto tiempo llevaba ahí metido en esa pequeña caja en la que apenas cabía¨, comentó Bret.
Además, el pobre animalito tenía marcas y heridas en su cuerpo, algunas aun sangraban y es que posiblemente se las hizo en sus intentos por querer salir de la caja pues era tan pequeña que ni siquiera moverse un poco podía.
Padre e hijo decidieron ir rápidamente por un coche pues ellos habían viajado en moto y querían traerle agua y comida al perrito. No estaban seguros de que al volver al lugar el perro se encontraría ahí pero cruzaron los dedos para que así fuera.
Efectivamente el perro continuaba esperando en el mismo lugar, era muy dócil y era muy evidente que temía de los humanos y con justa razón.
¨Pensé por un momento que ya no se encontraría ahí pues era claro que le urgía salir de la caja, pero entonces escuchamos un gruñido y pesé que si tenía fuerzas para ello también las tendría para sobrevivir¨, dijo Bret.
Le dieron un poco de agua y comida en el lugar y después lo subieron con cuidado al asiento trasero del auto de Zach, decidieron bautizarlo con el nombre de Charlie Bravo, tal como el modelo de la motocicleta en la que viajaban ese día.
Le urgía un baño y tras quedar completamente limpio, llevaron a Charlie Bravo al veterinario.
El perrito tenía un intenso dolor en sus patas pues sus uñas habían crecido tanto que las tenía clavadas. Andar le era casi imposible, quizás por ello no había escapado del lugar en donde la hicieron esperar padre e hijo para ir por un auto.
Los veterinarios informaron a la familia que en realidad era una perrita y tenía como 8 meses de edad. Aunque Bret de principio no tenía la intención de adoptarla porque ya tenía varios perros en casa, terminó enamorándose de ella y de su gran personalidad y es que Charlie es muy amorosa y juguetona.
Bret y su familia hicieron todo lo posible para que la perrita mejorara y terminaron muy encariñados con ella, ahora no se imaginan no tenerla en casa.
¨En más de un sentido y contra todo pronóstico, la historia de Charlie ha dejado una profunda huella en mi ser. Ella fue abandonada en una transportadora, me ha hecho recordar que de alguna forma todos estamos encerrados en nuestra propia prisión, tal vez a causa de una relación enfermiza, un trabajo aburrido, un vicio como las drogas y el alcohol o tal vez por el sentimiento que más nos limita: el miedo¨, concluyó en salvador de Charlie Bravo.
La familia de Bret recibió mucho apoyo y algunas donaciones para solventar las facturas del veterinario cuando publicaron la historia de Charlie Bravo en las redes, es increíble lo que hace la unión ¿no crees? Sin embargo, fue tanto el dinero que se recaudó que la familia decidió hacer donaciones a distintos hogares de acogida de animales.
Ahora esta hermosa perrita quien se encuentra totalmente recuperada ya no volverá a estar nunca sola, ahora es un integrante más de esta bella familia.
Es admirable lo que algunas personas pueden hacer por otro ser. Ayúdanos a difundir esta inspiradora historia, ojalá toque muchos corazones, es importante nunca olvidar que la vida de cualquier ser vale mucho. Esperamos tu opinión al respecto.