Uno de los mayores problemas que sufren varios países orientales en desarrollo, son las condiciones de vida insalubres a las que se va expuesta gran parte de su población, pues hay cientos de personas que no tienen acceso a servicios tan básicos como el agua corriente. Debido a esto, ha surgido un nuevo virus que acaba de poner en alerta a la comunidad médica y científica.
El Nipah, es el nuevo virus que ha comenzado a atacar a algunas poblaciones vulnerables de lugares como la India y Malasia. De hecho, en esta última fue donde los investigadores descubrieron el primer brote de dicho mal.
Alrededor de cien personas murieron en dicha ocasión, luego de que el virus se propagara entre algunos criadores de cerdos de la región.
Debido al mencionado incidente, aproximadamente un millón de puercos tuvieron que ser sacrificados para proteger al resto de la población. Pero ahora, el Nipah ha vuelto a reaparecer en algunas aldeas de Bangladesh, a más de 3,000 kilómetros de distancia del punto donde se originó la enfermedad.
En esta ocasión sin embargo, se ha reportado que los afectados no tuvieron contacto con cerdos, aunque sí bebieron agua sacada de un pozo, en la cual habitaban murciélagos frugívoros.
Estudios recientes señalan a estos animales como la principal causa del nuevo brote de Nipah.
Lo más alarmante es que hasta el momento, si bien existe un tratamiento que podría lidiar con los síntomas (que ni siquiera ha sido testeado en humanos), no se ha dado con ninguna vacuna ni solución definitiva para exterminar al virus. Muchos temen que pueda propagarse con más rapidez de la que imaginamos, como una especie de peste negra moderna que acabaría por matar a gran parte de la población del mundo.
¿Estaremos ante el principio de otra gran epidemia para la humanidad?