James Whiting, es un cantero de profesión que hace no mucho se encontraba explorando la región de Castle Reclamation, en Martock, Somerset.
Este territorio de Reino Unido, se caracteriza por tener una superficie rocosa, ideal para quienes se dedican a la cantería. Aunque seguro que James no tenía idea de lo que encontraría por aquellos lares.
Allí mismo se topó con una roca muy extraña, que difería mucho en color de las piedras que le rodeaban. Una vez que pudo extraer el enorme fragmento de piedra, se asombró al ver que incrustado en el centro, se encontraba un jarrón. Se trataba de una cápsula del tiempo.
La misma databa del año 1880 y guardaba ciertos documentos relacionados con la iglesia metódica de la localidad, más un periódico de la fecha. También había una breve nota, en donde la persona o personas que enterraron este objeto, dejaron por escrito sus inquietudes respecto al contenido de su cápsula.
El periódico, de fuerte ideología religiosa, causó una honda impresión en James por su tipografía y comentarios.
Los documentos adyacentes eran igual de interesantes. En ellos se hablaba de una deuda contraída por la parroquia en aquel entonces, la cual ascendía a unas 160 libras esterlinas. Si bien hoy no puede parecer mucho, hay que considerar que en aquel tiempo, los salarios normales oscilaban en torno a dos libras por semana.
Sin embargo, eso no debe haber sido un problema para la iglesia, pues en la misma misiva se estipulaba que le serían atribuidas 250 libras.
Otros de los datos encontrados en los papeles, hacían referencia a tertulias eclesiásticas, fechas importantes y algunos eventos para recaudar fondos para los párrocos; todo ello aderezado con el peculiar lenguaje de la Inglaterra industrial, en pleno siglo XIX.
¿Qué te parece todo lo que encerraba esta cápsula del tiempo?