Robert Wood era un hombre de familia que decidió mudarse con su familia a Alaska, el problema fue que cuando llegaron aún no habían encontrado ninguna vivienda en la que pudieran vivir.
Sin casa, Heather, la esposa de Robert, y sus dos hijos, se vieron obligados a dormir en el coche y soportar las frías noches de Alaska. Aunque tenían poco dinero y podrían haberse quedado en un hotel, la familia intentaba ahorrar todo el dinero posible.
Cuando el policía David Natt encontró a la familia en el coche le pareció que algo no andaba bien, así que decidió acercarse para investigar lo que estaba sucediendo en ese auto. Al acercarse toco la ventanilla vio a un niño de cuatro años durmiendo con su padre, mientras que su hermana de dos años estaba durmiendo junto con su madre, quien estaba embarazada.
David no tardó dos segundos en simpatizar con la situación por la que estaba pasando la familia, así que de inmediato comenzó a pensar en posibles soluciones para sus problemas. Gracias a que era policía y a que él había crecido en esa ciudad era la mejor opción de la familia para recibir ayuda.
El departamento de policía, en colaboración con la iglesia, tenían un programa de ayuda en el que le conseguían alojamiento gratis a las personas que lo necesitaban. Así que David les consiguió dos noches en un hotel en lo que podían encontrar una solución a sus problemas.
“Él me quitó la vergüenza y me hizo entender que sólo soy una persona normal, y él es un ser humano. Todos pueden terminar en una situación muy parecida a la mía. Me conmovió cuando lo escuché”, comentó Robert Wood durante una entrevista.
La familia ha decidido llamar David al bebé que está por nacer.