Hay varios motivos por los que la interrupción del embarazo, en ocasiones puede ser la opción más sensata. Por desgracia, la desinformación y la presión social de nuestro entorno suelen ser un inconveniente para manejar dicha situación de manera responsable. Esto ha causado que miles de mujeres arriesguen sus vidas, en vez de acudir a una clínica de aborto legal.
En cambio, los métodos para abortar de manera clandestina son ampliamente conocidos, e incluyen el uso de herramientas punzantes y sustancias peligrosas que se introducen vía oral y/o vaginal.
El catálogo de consecuencias derivadas de dicha clase de procedimientos, resulta escalofriante y es algo sobre lo que debemos crear mayor conciencia.
En el caso de los abortos realizados con objetos punzantes (como ganchos y agujas), las secuelas inmediatas más comunes son las siguientes:
- Desgarro del cuello uterino.
- Perforación del útero.
- Perforación de las asas intestinales, el recto y la vejiga.
Lesiones como estas a su vez, pueden tener graves complicaciones como:
- Hemorragias.
- Infecciones agudas.
- Extirpación uterina.
- Peritonitis.
- Resecciones del intestino.
- Incontinencia fecal y urinaria a largo plazo.
- Muerte por shock séptico o hipovolémico.
Cabe decir que estos métodos son lo más temidos por muchas mujeres, quienes buscarán interrumpir el embarazo de “formas más sencillas”, ingiriendo medicamentos sin receta o practicándose lavados vaginales con otras sustancias.
Sin embargo, estos casos tampoco están exentos de tener sus propias consecuencias. Las más frecuentes son:
- Hipertensión.
- Paro cardíaco.
- Edema pulmonar.
- Quemaduras químicas de gravedad y lesiones deformantes.
- Embolismos.
En función del vaso donde se encuentren, estos últimos tienden a originar infartos cerebrales y/o de pulmón. Las secuelas para la madre son graves y a veces, producen su muerte.
Son varios los organismos internacionales que nos advierten sobre las consecuencias del aborto clandestino. Una de las causas de mortalidad materna más altas en el mundo, radica en los abortos auto-inducidos o que se realizan en lugares inapropiados, sin las condiciones sanitarias pertinentes y cuyo personal no está capacitado para intervenir.
Siempre es posible prevenir los peligros del aborto no seguro, cuando la paciente recibe la atención médica necesaria.
La interrupción del embarazo legal es un método más común de lo que te imaginas, y se encuentra entre los más seguros que existen. Al optar por este, no solo salvarás tu vida, sino que podrías preservar la posibilidad de convertirte en madre en el futuro, cuando estés preparada para hacerlo.
Claro está que antes de asegurar nada, conviene charlar con el ginecólogo en turno y hacer las exploraciones oportunas; no todos los casos son iguales.
Clínica ILE está a tu lado para asesorarte sobre los pormenores de este procedimiento. Nuestro trabajo no es alentar el aborto, sino prevenir los riesgos y complicaciones que conlleva cualquier intervención practicada en la ilegalidad. Apoyamos el embarazo planeado y el derecho de toda mujer a decidir sobre su cuerpo.
¿Tienes dudas o inquietudes? Contáctanos mediante nuestro sitio web y con gusto te brindaremos la información que necesitas.
Recuerda: tu bienestar físico y emocional, son lo más importante.