De acuerdo con fuentes cercanas a la presidencia de México, los presidentes Enrique Peña Nieto y Trump estuvieron hablando por teléfono acerca de la controversial construcción del muro fronterizo; plática que se extendió una hora completa, entre tensiones e intentos para optar por la diplomacia.
Poco antes de este suceso, se había hecho oficial el anuncio de la cancelación del viaje de Peña a Washington, donde se habría reunido con Trump el próximo 31 de enero. La razón era la renuncia del mandatario mexicano a acceder a pagar por el muro. Aunque en verdad quien habia cancelado ya de antemano la reunión era Trump con estas declaraciones publicas: «Si México no está dispuesto a pagar por el tan necesario muro, entonces sería mejor cancelar la reunión prevista”.
Su visita a suelo estadounidense habría estado sujeta a la condición de brindar el dinero para el proyecto, algo que por el momento, no va a suceder.
La misma mañana del 27 de enero, día en que se sostuvo la llamada telefónica a las 9:30 de la mañana, Trump volvió a hablar en contra de México, por medio de un tweet en su red social en el que instaba a cambiar la situación:
“#México ha estado tomando ventaja de Estados Unidos por bastante tiempo. El déficit comercial masivo y la poca colaboración en la frontera deben cambiar, ¡AHORA!”, es lo que puede leerse en su Twitter.
Un comunicado liberado por ambas naciones, dejó saber que los dos mandatarios acordaron no hablar más públicamente del asunto. Trump comentó poco después que la llamada con Peña había sido cordial y que respetaba a México, no obstante, él representaba a Estados Unidos, sabía que muchos estadounidenses estaban perdiendo sus empleos y no permitiría que el déficit de 6000,000 millones continuara.
“Tuvimos una buena llamada. Respeto a México. Amo a los mexicanos”, declaró.
Ante la amenaza de echar abajo el Tratado de Libre Comercio, habló también de renegociar los acuerdos comerciales que tenían los dos países, así como otros detalles de su relación.