Las bananas son una de las frutas más populares y las favoritas de un montón de gente. Es normal que cuando vayamos al mercado o las tiendas para comprar un racimo, elijamos las que estén bonitas y amarillas, ni muy verdes ni muy oscuras, pues la verdad es que así no se antojan mucho. Pero cuidado, porque podrías estar cometiendo una equivocación a la hora de aprovechar sus nutrientes.
Una investigación llevada a cabo en Japón demostró que de hecho, cuanto más oscura esté una banana, es más saludable para el organismo. Por eso no deberías temer que estas frutas maduren demasiado rápido.
Es bien sabido que los plátanos maduran deprisa y que cuanto más maduros están, más manchas negras desarrollan en la cáscara. Si bien esto puede parecer desagradable y hacernos pensar que están echadas a perder, lo cierto es que es todo lo contrario, pues esa coloración es producto de una sustancia muy recomendable.
Se trata de la TNF, mejor conocida como factor de necrosis tumoral, la cual ayuda a combatir las células irregulares en el organismo, que pueden mutar en enfermedades como el cáncer u otros padecimientos.
Cuanto más madura esté una banana, más efectiva contra el cáncer puede ser.
Otra ventaja de los plátanos maduros es que son más fáciles de digerir que los que están verdes. Mientras que estos últimos son ricos en almidones que no se convierten en azúcar (y que por lo tanto también hacen que subas de peso), las primeras se transforman en azúcares que son más rápidamente absorbidos por el sistema digestivo y transformados en energía. Por eso también se los recomienda tanto para el desayuno o el almuerzo.
Además de las bananas, existen otras frutas con las mismas propiedades que se recomienda combinar para combatir el cáncer, como las piñas, peras y manzanas.